CLUB 12345

Presentación del Álbum

Bagarre no hace prisioneros. Parecería que a uno le ha pasado una apisonadora por encima. Para entendernos, estamos hablando de una mezcla de techno, disco, house, hip-hop, rock, dub, funk, punk, reggae e, incluso, canción francesa.Vaya, que salvo new age, ska o free jazz hay aquí un poco de todo, y en generosas dosis. Al mando de este caos furibundo con un toque dadaísta, donde el groove campa por sus respetos mientras la fiesta se torna en credo, encontramos a cinco verdaderos camorristas (pues eso significa Bagarre, camorra, trifulca), cinco gamberros llamados Emmaï Dee, La Bête, Majnoun, Maître Clap y Mus. Un joven colectivo parisino que hace música como quien sale de paseo. Zapping, eclecticismo, ritmos rotos, dancefloor, laptop, ruido, furia: todo eso rezuman temas como CLUB 12345, título con algo de password que nos permitirá acceder a secretos y sonoros círculos infernales.

Para canalizar esta locura sin limar su naturaleza mortífera, Bagarre se ha encerrado en el estudio de grabación con colegas tan prestigiosos como Jean-François Perrier, alias Grand Marnier, productor de Yelle, o Guillaume Brière, mitad de The Shoes. Pero si estilísticamente la estrategia pasa porque cada uno aporte su granito de arena, el grupo se expresa como un solo hombre. ¡Uno para todos, todos para uno! No hay, pues, un solo líder sino cinco, como en cualquier democracia participativa que se precie. El micro pasa de mano en mano, al igual que los instrumentos. Un disco tan heterogéneo como quepa imaginar, que necesita un mínimo de escuchas para cogerle el punto y que parece invitarnos no tanto a bailar como a batirnos en lucha con todas nuestras fuerzas. © Marc Zisman/Qobuz