Sonder

Presentación del Álbum

Más de uno aguardaba con impaciencia el nuevo álbum de A perfect Circle, mientras otros esperaban expectantes el cuarto larga duración de TesseracT. Y también existen, por supuesto, seguidores de ambas bandas. Si bien la segunda probablemente no habría existido sin la primera, cuenta con una larga trayectoria a sus espaldas desde la aparición de su E.P. de debut, Concealing Fate, convirtiéndose en los últimos once años en buque insignia británico del djent o incluso del prog metal –en el sentido extenso de la expresión– y en nombre de referencia absoluto, sobre todo después del imponente Polaris, seguramente uno de los mejores álbumes de 2015. Y es que, a pesar de sus constantes cambios de alineación, el grupo ha experimentado una fulgurante prog-resión (valga el juego de palabras), hasta acceder al restringido círculo norteamericano de estrellas del género, como Dream Theater, Tool, Between the Buried and Me o Mastodon, y poniéndose a la altura de sus colegas australianos Karnivool... Pero lo cierto es que, como suele suceder tantas veces, el quinteto liderado por Milton Keynes sabe añadir ese toque inefable e insolente de originalidad y creatividad puramente british.

Algunos temas resultan más abordables y asequibles que otros, aparte de la melódica obertura con Luminary, Smile, interesante avance aparecido en verano de 2017, y unen complejidad instrumental con solvencia compositiva, a mitad de camino entre Faith No More y Linkin Park (sí, parecerá extraño, pero la música del grupo tiene algo de unos y otros). De hecho, la balada Orbital no habría desentonado en el criticado One More Light de los segundos; pero con un vocalista tal dotado como Daniel Tompkins hubiera sido un error privarse de grabarla... En cuanto al resto del álbum, cabe resumir señalando que Tesseract puede con todo, ofreciendo con similar competencia rudeza y rotundidad (King) o amplias suites donde unos sincopados ritmos funky se alternan con pasajes aéreos de innegable belleza. Por su parte Beneath My Skin/Mirror Image hará palidecer de envidia a Incubus y a quienes en los últimos veinte años hayan aspirado a pasar con facilidad del registro emotivo a atmósferas más pesadas o solemnes. Y es que la pericia de estos músicos va a la par con la capacidad del guitarrista/productor, que parece ilimitada. De acuerdo, ciertos fans del metal quizás se queden a cuadros al escuchar un corte tan pop como Juno, improbable amalgama de Michael Jackson y de Chevelle o Saliva... Pero, visto con perspectiva, no constituye sino una nueva prueba de que Tesseract tiene lo que hay que tener para llegar muy alto. © Jean-Pierre Sabouret/Qobuz