Lifted

Presentación del Álbum

La música de Israel Nash parece desplegarse por el cosmos. De entrada, en virtud de una voz que parece incesantemente prolongada en forma de eco, pero también de las sutiles distorsiones que presentan siempre sus composiciones. Todo aquí es ligereza, simplicidad y emanación. Pero al escuchar con más atención se advierte que cada nota ha sido cuidadosamente concebida e interpretada para a sugerir esa sensación de armonía. Nash ha viajado mucho, y se nota. Para este espiritual hippie tejano la música supone una escapatoria emocional que posibilita cualquier experiencia imaginable. Y con Lifted firma un quinto álbum multicromático que remite a diversas influencias y fuentes de inspiración, respaldado por sus acompañantes habituales: Joey y Aaron McClellan a la guitarra y al bajo, Eric Swanson a la steel guitar y Josh Gleishmann a la batería. A los que se suman un conjunto de cuerdas y metales que esculpen con inteligencia y profundidad diferentes relieves. Coproducido por Ted Young, que ha trabajado entre otros con los Rolling Stones, el resultado desborda calidad por los cuatro costados. Pero en Lifted Nash se vuelca a la vez en la experimentación, recuperando los métodos compositivos dre John Cage y su interés por el libro de las mutaciones, el I Ching, con el fin de crear interesantes imágenes sonoras. Lifted, pues, nos sumerge directamente en el universo poético y salvajemente libre de su autor. Sí, salvaje, o más bien agreste, pues la grabación se ha realizado en su propio rancho de Dripping Springs, Texas. Un lugar donde el country campa por sus respetos y donde se celebra desde hace muchos años el festival Dripping Springs Reunion, fundado por Willie Nelson. Con sus sonidos groove, sus armonías líricas y su perfecta fusión de Americana y country psicodélico, Lifted propone una mezcla de los Beach Boys y de los Byrds más hippies. Doce canciones que nos retrotraen a otras épocas, como Sweet Springs. Y que nos transmiten la sensación de estar inmersos en una eterna primavera de colores encendidos, pues Israel Nash es en realidad un artífice de ensueños. El mundo real y la lógica cotidiana, pues, quedan al margen. Al mismo tiempo apolíneo y dionisíaco, como en la balada rock Northwest Stars, el tejano acaba dejándonos embobados. © Clara Bismuth/Qobuz