Hace 52 años esta estrella fugaz del soul se apagó para siempre. Fallecido a los 26 años, Otis Redding solo tuvo tiempo de grabar seis discos. Pero fueron suficientes para ser considerado uno de los más importantes artistas vocales del siglo XX.

Su cuerpo inerte seguía en su asiento, firmemente sujeto por el cinturón de seguridad. Un cuerpo fornido (1,80 m y 100 kg), al que la vida había abandonado (a las 15:30 h) y en estado casi de congelación (el agua estaba aproximadamente a 5 grados). Aquel domingo, 10 de diciembre de 1967, los buzos sacaban del fondo del lago Monona, un lago de drenaje situado en Wisconsin, entre Madison y Monona, a un artista que había volado alto, muy alto. Y es que Otis Redding era una estrella, pero una estrella apagada para siempre a los 26 años; era uno de los pasajeros del Beechcraft Model 18 que se estrelló llevándose también a cuatro miembros de los Bar-Kays —el guitarrista Jimmy King, el saxofonista Phalon Jones, el organista Ronnie Caldwell y el baterista Carl Cunningham—. Únicamente su trompetista, Ben Cauley, sobreviviría a la tragedia…

Pese a que Otis Redding estaba en ese momento acariciando la cima sin haberla alcanzado por completo, su súbita y prematura desaparición conmocionó al mundo de la música y, especialmente, a la comunidad negra. La segregación racial se mantenía todavía plenamente activa y el público blanco –es decir, por entonces el gran público– no había caído aún bajo el hechizo de la poderosa voz de este cantante nacido el 9 de septiembre de 1941 en Dawson, localidad del Estado de Georgia. No obstante, Otis alcanzará la gloria un mes después de su muerte, cuando se edite (Sittin' On) The Dock Of The Bay, su nuevo single, su último single, que se encarama a lo más alto de los charts de R&B y, también, de pop. Su autor lo lograba por primera vez, pero ya no se encontraba en este mundo y nunca pudo disfrutar del éxito. De hecho, no llegaría a escuchar jamás la versión definitiva del tema, con el rumor del oleaje al comienzo y el mítico silbido final entonado por el bluesman Sam Taylor, mientras el guitarrista Steve Cropper, su coautor y productor, terminaba de redondear el conjunto en estudio…

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