Peter Gabriel lleva casi treinta años trabajando en su nuevo álbum. Desde Up, en 2002, el ex cantante de Genesis (que había abandonado en 1975) no había publicado ninguna canción original, contentándose con versionar temas de Bowie, Bon Iver, Talking Heads o Arcade Fire en Scratch My Back de 2010, y haciendo que sus éxitos fueran versionados por una orquesta sinfónica en New Blood de 2011.
Hay que decir que al inglés lo que más le gusta es actuar sobre un escenario, y hasta 2016 estuvo inmerso en una gira casi ininterrumpida. Pero, sobre todo, nunca ha sido capaz de encontrar el final adecuado para este álbum, cuyos primeros borradores se remontan al siglo pasado y que ha sido regrabado a lo largo de los últimos veinte años en siete (¡!) estudios diferentes. Por fin vio la luz a principios del otoño de 2021, cuando decidió encerrarse durante dos meses en los estudios de Real World, el célebre sello que dio a conocer las músicas del mundo en el Reino Unido, con sus fieles compañeros, el batería Manu Katché, el bajista Tony Levin y el guitarrista David Rhodes.
¡Y por fin i/o está completo! Sin embargo, en un último momento de indecisión, Peter Gabriel decidió publicar el álbum como doble, con dos mezclas diferentes, la del “Bright Side” a cargo de Spike Stent (Björk, Madonna) y la del “Dark Side” a cargo de Tchad Blake (Fiona Apple, The Black Keys). “Tuve la suerte de contar con dos de los mejores ingenieros de sonido disponibles para la mezcla”, explica. “En lugar de elegir entre los dos, decidí que la gente escuchara ambas mezclas”.
En 2023 Peter Gabriel empezó a publicar las 12 pistas del álbum, una por cada luna llena, tocándolas por etapas durante su gira europea en primavera. En diciembre los fans -que siguen siendo tan numerosos como siempre, a juzgar por el tamaño de las salas que llena el cantante, rodeado del mayor grupo de músicos de su carrera- tienen por fin la oportunidad de escuchar la obra completa.
Tuve la suerte de contar con dos de los mejores ingenieros de sonido disponibles para la mezcla.
Para su décimo álbum de estudio, el cantante de 73 años no tiene intención de reinventarse. Cincuenta años después de su debut disfrazado en los escenarios británicos con Genesis, Gabriel hace lo que mejor sabe hacer y no persigue tendencias. Ha colaborado con Brian Eno, que participa en la mitad de los temas más rockeros del álbum, incluidos los dos que abren el disco, Panopticom y The Court, así como Four Kinds of Horses, con un espíritu más Roxy Music, y This Is Home, que atrapa el oído con su ritmo percusivo ochentero.
Es un disco lleno de cuerdas y profundidad, con momentos tranquilos como Playing for Time, una efectiva balada de piano y violín, y temas más duros como Road to Joy (con Brian Eno a la guitarra, sintetizadores y ukelele), uno de los mejores temas de un disco que nos devuelve al apogeo ochentero de Peter Gabriel. Originalmente previsto para 2004, “i/o” es un álbum de pop de la vieja escuela.
