Intemporal e idolatrado, en el mejor sentido de la expresión, Nat King Cole habría cumplido 100 años el 17 de marzo de 2019. Elegante pianista y crooner de aterciopelada voz, entusiasmó al público mayoritario en las décadas de los 40 y 50, sin dejar de cautivar a los fanáticos del jazz con su innata sofisticación. En un mundo de testas coronadas, el rey (Cole) supo hacerse un sitio entre el duque (Ellington) y el conde (Basie).

¡No hay ninguna ambigüedad en el caso de Nat King Cole. ¡Ninguna! Se trataba de un músico capaz de conectar tanto con el público mayoritario, amante del pop cantado con alma crooner, como con los más exigentes expertos en jazz. A lo largo de treinta años (1935/1965) su reconocido eclecticismo le ayudaría a brillar tanto en los clubs de jazz de atmósferas más cargadas como en los estudios cinematográficos hollywoodienses, pasando por los platós televisivos. En compañía de los más destacados jazzmen, su refinado y suntuoso arte pianístico, de impecable compás rítmico, influirá en teclistas tan fundamentales como Bill Evans, Oscar Peterson, Ahmad Jamal, Monty Alexander, Hank Jones o Tommy Flanagan. Por otro lado, cuando Cole se levantaba del taburete y agarraba el micro se transformaba en un auténtico Don Juan del easy listening, sin caer jamás en lo empalagoso puesto que su voz, de inmediato reconocible, suponía un auténtico catálogo de tonalidades satinadas.

Como otros tantos intérpretes de su generación, Nathaniel Adams Coles, nacido en Alabama en 1919 y crecido en un Chicago donde el jazz, el blues y el rhythm’n’blues constituían casi una religión, llevaba la música en los genes. Su madre tocaba el órgano en la iglesia donde su padre oficiaba como pastor. Su hermano mayor, Eddie, era contrabajista; los menores, Ike y Freddy, optarían por el piano, al igual que Nat, amante de revisitar una y otra vez las partituras de Bach y Rachmaninov. Hasta el punto de que, a finales de los 30, se convertirá en músico profesional, tocando con Eddie e integrando diferentes grupos, y formando parte también de la orquesta de la comedia musical Shuffle Along. Hacia esa época, junto al guitarrista Oscar Moore y el contrabajista Wesley Prince, funda los King Cole’s Swingsters, base del posterior Nat King Cole Trio.

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