El trabajo de Ásgeir podría describirse como "música pop isleña". Isla en el sentido literal del término, ya que el joven cantautor islandés creó su cuarto álbum, Time On My Hands, en su tierra natal (sobre todo en su estudio casero - en la práctica, una isla dentro de una isla). Las letras son relatos poéticos que evocan con fuerza algunos de los paisajes más oscuros y enrarecidos de Islandia. Cabe recordar que Ásgeir debe gran parte de su formación a su padre, Einar Georg Einarsson, uno de los poetas más famosos del país (y autor de cuatro temas del álbum). Este trasfondo se encuentra, por ejemplo, en las baladas Waiting Room y Golden Hour, que hablan de recuerdos de paseos atmosféricos por lagos y bosques.
Ásgeir - Borderland
ÁsgeirAdemás, Ásgeir considera la música como si fuera realmente una isla en sí misma. Una isla que no solo es un espacio utópico y autosuficiente, sino también un lugar sin salida que genera sed de libertad. Esto último se expresa en la audacia del músico al ensamblar sonidos electrónicos y acústicos (con una notable presencia de instrumentos de viento). Y como reflejo de la paradoja de la isla, su estilo refleja una doble necesidad: la de crear un pop enérgico y melódico, pero con un lado más introspectivo, íntimo y melancólico. En Time On My Hands, esta energía se desata a través de un trabajo de percusión especialmente sofisticado, mientras que la introspección se destila a través de algunas bellas texturas electro creadas con sintetizadores vintage, como el Korg Delta o el Memorymoog.
Ásgeir - Snowblind
ÁsgeirEn 2014, con motivo del lanzamiento de In The Silence (¡un disco premiado con un Qobuzissime!), Qobuz se puso al día con Ásgeir para una entrevista y una sesión exclusivas. Vale la pena ponerse al día:
Asgeir : interview et session Qobuz
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