Extrañamente, las sinfonías de Antonín Dvořák (1841-1904) son hoy en día grabadas con mucha menor frecuencia que en los años 70 u 80. ¿Es, quizás, una consecuencia de la relativa estandarización de los sonidos orquestales en todo el mundo? Estas sinfonías son defendidas aquí, un año después de su flamante versión de la Octava de Gustav Mahler, por la Filarmónica de Los Ángeles y Gustavo Dudamel.
Antonin Dvorak.Sinfonía Nº9, 4to Mov, Gustavo Dudamel. Radio Sinfonierorchester Stuttgart des SWR
Clásicos Paris R Rosas
El director venezolano sitúa este corpus checo en la pura tradición de las sinfonías de Brahms, su gesto está escasamente condimentado o coloreado, y busca más la suprema legibilidad de la forma, el esplendor de los temas melódicos, y menos los paisajes o las atmósferas. El extraordinario movimiento lento de la Octava Sinfonía, un Adagio tan extraño, con su carácter versátil, rapsódico y absolutamente pre-malheriano, da testimonio directo de ello. Dudamel conserva su habilidad para la densidad en las texturas, con un equilibrio fuertemente orientado hacia las cuerdas. Unas interpretaciones bellísimas cuyo tono crepuscular será un buen compañero de otoño.
