Ideado en 1921, el test de Rorschach consiste en mostrar a una persona una serie de imágenes con manchas simétricas no figurativas, que deben ser interpretadas libremente por el sujeto del test. Las respuestas se utilizan para evaluar su personalidad. Al llamar así a su decimotercer álbum, Jay-Jay Johanson quizás imaginó que el efecto de su música cambiaría según el oyente. Desde mediados de los 90, el dandi sueco maneja con soltura estas densas atmósferas de pop refinado, a las que añade un toque de trip hop (Why Wait Until Tomorrow), soul, jazz (Cheetah) y una pizca de easy listening… ¿Se trata de un sueño? ¿Un viaje con drogas psicotrópicas? ¿Una confesión hecha a altas horas de la noche? ¿Una caricia vocal? No importa. Cada uno puede interpretar este brillante Rorschach Test como quiera. Al final de la escucha, la sensación de bienestar está garantizada.
Jay-Jay Johanson - Why Wait Until Tomorrow
29 MUSICComo siempre, a Johanson le gusta sumergir su soñadora voz de crooner en atmósferas cinematográficas, coqueteando a veces con el downtempo. Es suave, encantador, groovy, misterioso. Y cuando en Andy Warhol’s Blood for Dracula se desnuda y se queda solo al piano, sin hacer oír su voz, se convierte en una especie de Satie futurista. En How Can I Go On nos parece una suerte de Chet Baker tocando con Massive Attack. En resumen, el Jay-Jay Johanson de 2021 no revoluciona nada, sino que sigue siendo fiel a Jay-Jay Johanson. © Max Dembo/Qobuz