Wilco

Si vas a ver a Wilco en directo estos días, escucharás los éxitos grabados a principios de siglo con A Ghost is Born y Sky Blue Sky. En los últimos años, a pesar de estar al frente de la encarnación más consumada de su banda, Jeff Tweedy se ha volcado cada vez más hacia lo más íntimo de su composición. A medida que perfeccionaba su lenguaje simplista, su dominio de la melodía se aflojaba; sus canciones iban siendo cualquier cosa menos memorables. El último álbum de la banda, Cruel Country de 2022, no fue el avance hacia los comienzos post-Uncle Tupelo que algunos fans anhelaban, sino otra serie de turbias cavilaciones de Tweedy. En realidad pocos artistas han sido tan intrépidos a la hora de exponer sus monólogos interiores. El tema de apertura, “Infinite Surprise”, se refiere a la adaptación como una habilidad vital necesaria: “If you were just you/ If I were just me/ If you were just you/ What would I be”. En “Levee” Tweedy se muestra desconcertado por la confusión: “Me gusta tomar mi medicina/ Como me dijo el médico/ Pero me preocupo/ Pero no debería”. Pero en los magistrales sintetizadores con forma de cuerno de “Infinite Surprise” también queda claro que esta colección de mirada aguda, en la que la banda ha estado trabajando desde 2019, ha vuelto a centrar la considerable creatividad de Tweedy en acordes accesibles respaldados por tomas vocales tranquilas y reflexivas. Con ‘Levee’ y ‘Evicted’ como ejemplos más evidentes vuelven los agradables giros melódicos y los estribillos carnosos.

Para suavizar las arrugas, Cate Le Bon fue contratada como productora. Ella calificó a la banda de “cambiante”, mientras que Tweedy dijo: “Cate desconfía mucho de los sentimientos, pero no de la conexión humana”. Aunque ambas cosas son ciertas, y las contribuciones de Le Bon con el sintetizador, el bajo, el piano y los coros añaden densidad a una canción como “Pittsburgh”, se trata de una fuerza creativa que va más allá del toque mágico de cualquier productor. Grabados en la legendaria sala de grabación Loft del grupo, temas como “A Bowl and a Pudding”, con guitarras acústicas oscilantes, tienen un sonido rico y resonante. Hoy, a sus 50 años, Tweedy hace balance de su carrera. “Soy una bandera donde no sopla el viento”, dice en “Pittsburgh”. “Aunque suene extraño, he superado mis sueños”.

Los ritmos se mecen en la brillante, a lo George Harrison, “Soldier Child”, donde canta: “I fought like a child/ Soldier/ Fighting to forget what it’s like/ To be home”. Y en el galopante tema final, “Meant To Be”, la esperanza se impone al tormento y Wilco descubre que el amor es una vez más la respuesta.