El compositor barcelonés de 81 años vuelve con una nueva versión del Réquiem. La ocasión perfecta para repasar medio siglo de carrera, que le ha llevado de Barcelona a París, de Mozart a los 50 Principales.

Jordi Savall empezó a ser conocido como violista de gamba por un público de iniciados, luego por un círculo cada vez más amplio de melómanos a medida que crecía su repertorio. Sus inicios discográficos datan de 1967, en Barcelona, con una grabación de Cantos de Andalucía interpretados por la célebre soprano Victoria de Los Ángeles bajo la dirección de Enrique Gispert. Jordi Savall aparece apenas en los créditos, siendo para esta grabación miembro del Barcelona Ars Musicae, un conjunto de instrumentos antiguos especializado en las primeras investigaciones musicológicas en España. Otros discos siguieron, con el oboísta Michel Piguet que Savall conoció en la Schola Cantorum de Basilea, el guitarrista John Williams o el clavecinista Rafael Puyana.

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