La empresa surcoreana HiFi Rose es todavía joven, con sólo cinco años de existencia. En este tiempo ha conseguido labrarse una imagen de marca seria. Sus primeros productos eran principalmente streamers con un fuerte sesgo en términos de estética. HiFi Rose ha optado por llenar la totalidad del panel frontal de sus dispositivos conectados con una pantalla táctil en formato CinemaScope cuya identidad se resume en el lema “Audio with screen” (Sonido con pantalla). Esta interfaz gráfica adaptada, similar a la empleada en los smartphones, ofrece en los HiFi Rose un acceso muy sencillo al conjunto de las funcionalidades disponibles. En su momento probamos el modelo RS201E con etapa de amplificación integrada, un producto que ya nos causó una fuerte impresión. En la actualidad, el RS150 es el streamer de más alta gama de la marca. A lo largo de la anchura típica de un componente de Alta Fidelidad, presenta y da acceso a la música de manera práctica y elegante con, entre otras cosas, la integración nativa de Qobuz. HiFi Rose decidió crear el complemento perfecto con el amplificador RA180, cuyas dimensiones son visualmente idénticas. Mientras que el streamer juega en el mundo digital con una gran pantalla táctil como única interfaz, el RA180 es puramente analógico, tanto en su conectividad como en la forma de controlarlo a través de sus múltiples botones, interruptores y potenciómetros. No podíamos esperar a ponerle las manos -y los oídos– encima.
Características
Amplificador integrado estereofónico ● Precio: 6.999 € (en España)
● Potencia de salida: 4x200 vatios o 2x400 vatios sobre 4/8 ohmios
● Factor de amortiguamiento: >150
● Distorsión armónica total: 0’006 % @ 50 vatios
● Relación señal/ruido: 108 dB (modo balanceado)
● Conectividad: 1 entrada de línea balanceada con conectores XLR, 3 entradas de línea no balanceadas con conectores RCA (entre ellas 1 de fono MM/MC), 1 salida para subwoofer, 8 terminales para conexión a cajas acústicas, entradas para control por infrarrojos (IR) y señal de disparo
● Otros: filtrado activo para 2 vías completo, mando a distancia por infrarrojos
● Dimensiones (An x Al x P): 430 x 110 x 350 mm
● Peso: 16’7 kg
Presentación general del HiFi Rose RA180
El diseño aplicado por HiFi Rose al RA180 es bastante excepcional en el mundo de la Alta Fidelidad de hoy en día. No es que la surcoreana sea la única marca que se atreve con el estilo retro/vintage, pero pocas veces hemos visto llevarlo tan lejos. En lo que respecta a los interruptores y a los indicadores de nivel, hay una pequeña reminiscencia de los Nagra de los años 60 y sus célebres grabadoras de cinta. En cualquier caso, raras son las veces que hemos visto tantos controles en el panel frontal de un componente de audio, sobre todo de tan alta gama.
Y es que la alta gama –High End– actual apunta más bien a la sobriedad si excluimos a los pocos fabricantes que han elegido el camino de la ostentación. El amplificador HiFi Rose RA180 consigue finalmente mantener la sencillez gracias al uso de un único color plateado para el chasis y todos los controles. No hay ningún color ni letra que destaque en exceso. Por el contrario, los engranajes motorizados vinculados al control de volumen pueden parecer un poco exagerados, pero eso es también lo que aporta encanto a este aparato, el pequeño extra que uno querrá mostrar a sus amigos.
La retroiluminación de color amarillo se encuentra en la mayoría de los controles. También se utiliza para los indicadores de nivel –vúmetros– y el testigo luminoso del nivel de volumen. Algunas funciones pueden ser desactivadas, en cuyo caso los correspondientes botones dejan de ser iluminados. El nivel de iluminación global puede ajustarse en tres pasos, adaptándose cada uno muy bien al diseño del aparato y reflejando el círculo dorado de los pies de desacoplo hechos a medida por HiFi Rose. Basados en el principio del trípode, sólo encontramos tres de dichos pies: uno en el centro de la zona delantera y dos en la zona posterior.
La conectividad es muy original para un amplificador integrado estereofónico ya que por regla general habría que encontrar un elevado número de tomas para las distintas fuentes. Sin embargo, aquí se reducen a cuatro entradas analógicas no balanceadas –una de ellas de fono– y una balanceada. En el RA180 no hay ninguna entrada digital y por lo tanto ninguna sección DAC. Esta función deberá ser asumida por otro aparato: el antes mencionado streamer RS150 de la propia HiFi Rose o un DAC externo dedicado. Observemos asimismo la presencia de una salida monofónica para subwoofer.
Pero lo que de verdad sorprende son los ocho terminales de salida para conexión de cajas acústicas que ocupan los dos tercios del panel trasero. Normalmente, hay dos juegos de terminales para otras tantas cajas acústicas. A veces se utilizan cuatro juegos terminales para conectar dos parejas de cajas acústicas en modo A, B o A+B, pero aquí hay el doble. Esto se debe simple y llanamente a que el RA180 es un amplificador de cuatro canales. Entrega 4x200 vatios sobre 4 u 8 ohmios que pueden ser enviados a una o dos parejas de cajas acústicas en biamplificación. Un botón para puentear los canales permite al usuario cambiar a 2x400 vatios si es lo que necesita, siempre con la posibilidad de utilizar dos parejas de cajas acústicas.
Sin entrar en los detalles, el RA180 utiliza una técnica de amplificación denominada “Clase AD” por HiFi Rose. Combina la calidad y la riqueza de la Clase A con la potencia y la velocidad de respuesta de la Clase D. Para ello utiliza transistores FET de GaN (nitruro de galio) en lugar de dispositivos de silicio. El resultado es una reducción de diez veces en el tiempo de respuesta y una linealidad de salida casi perfecta. Estos circuitos también son capaces de cubrir un ancho de banda muy amplio, hasta 100 kHz, para reproducir la totalidad de las frecuencias presentes en los archivos de audio en alta resolución en correspondencia con las cajas acústicas equipadas con supertweeters.
Utilización del HiFi Rose RA180
El panel frontal del RA180 está dividido en diferentes áreas bien definidas que requieren un poco de atención para saber lo que hacen. En el extremo izquierdo, un gran interruptor giratorio permite seleccionar la fuente, es decir una de las tres entradas de línea o la entrada de fono. A la derecha, el botón de encendido/apagado remata un interruptor para cambiar al modo directo puro, es decir el trayecto de señal más corto posible, para evitar las diferentes etapas de ajustes del sonido. Debajo, el usuario puede elegir entre las salidas A o B, para la conexión de una o dos parejas de cajas acústicas que no pueden estar activas simultáneamente. Es aquí donde también encontramos el filtro subsónico y el atenuador general.
El área hexagonal contiene un único control: el de volumen. El potenciómetro utilizado hace girar un primer engranaje que acciona dos engranajes más pequeños, cada uno de ellos correspondiente a un canal de salida. El conjunto también está vinculado a otro engranaje para indicar el nivel de volumen. Justo al lado, los dos indicadores –vúmetros– analógicos señalan el nivel de entrada. Esto le permite verificar que hay sonido en la entrada seleccionada antes de empezar a incrementar el nivel volumen.
La parte central superior corresponde a la sección de preamplificación. Los controles clásicos actúan sobre los graves, los agudos y el balance. Un actuador situado a la izquierda permite activar estos ajustes o anularlos. Lo mismo sucede con los controles correspondientes a la entrada de fono que hay en el centro de la parte inferior. El preamplificador para cápsulas MM y MC está integrado, realizándose la elección entre ambas opciones en el panel trasero. Los dos mandos del panel frontal permiten seleccionar la ecualización variable: por un lado la frecuencia de actuación, por otro la atenuación por encima de 10 kHz.
Ya para finalizar, la última zona de la parte inferior izquierda concierne al filtrado activo. Actúa sobre las salidas amplificadas y permite cortar las frecuencias bajas por debajo de un punto determinado comprendido entre 600 y 6.000 Hz, y ajustar la ganancia. El objetivo es poder utilizar sin limitaciones un subwoofer a través de la salida dedicada, debiendo efectuarse los pertinentes ajustes de la frecuencia de corte directamente en el mismo. Este filtrado activo no es diferenciado entre las cuatro salidas para cajas acústicas ya que todas ellas reciben la misma banda de frecuencia. Son los filtros internos de las cajas acústicas los que se encargarán de separar las frecuencias.
HiFi Rose suministra de serie con el RA180 un pequeño y ligero mando a distancia de aluminio. En el mismo figuran los controles principales para facilitar el acceso a lo esencial. Así, el usuario puede poner en marcha y desactivar el amplificador, activar el atenuador, elegir directamente una de las entradas disponibles y controlar el nivel de volumen. Nos complace comprobar que el potenciómetro de volumen está motorizado, al igual que el selector de fuente, pudiéndose observar sus movimientos desde la comodidad de nuestro sofá.
La escucha
El RA180 ocupó el lugar central en nuestro equipo de pruebas. Como fuente utilizamos una tarjeta de sonido Raspberry Pi equipada con la distribución Ropieee, que la transforma en un reproductor Roon Endpoint compatible Hi-Res a través de su salida USB. Un DAC tenía que entrar en la escena; en concreto, un Mytek Brooklyn DAC+, que asumió este papel intercalándose entre el reproductor y el amplificador HiFi Rose. Ya para terminar, nuestras cajas acústicas de estantería Dynaudio fueron conectadas al RA180.
La nueva versión ampliada del álbum KEYS II de Alicia Keys tiene un sonido muy cálido y redondo. El piano llena la sala estableciéndose en toda la anchura de la escena sonora. La voz de Alicia Keys se eleva a gran altura para proporcionar una fuerte verticalidad a la reproducción de la imagen sonora. Las frecuencias bajas vienen a apoyar al conjunto con una impresionante sensación de profundidad. Dicho conjunto forma un todo condensado y aireado a la vez pero, sobre todo, inseparable, funcionando todo a la perfección con un centro sólido. El jazz con tintes criollos de Kokoroko, más bien tranquilo y con el foco puesto en ciertos temas del álbum Could We Be More, nos recuerda que el RA180, con su potencia desmesurada, tiene una mano de hierro dentro de un guante de terciopelo. Al respecto, destaquemos que la potencia llega deprisa, desde los primeros acordes. Por lo tanto, hay que subir el volumen de manera gradual para proteger tanos nuestras cajas acústicas como nuestros oídos. No hay ningún énfasis deliberado, sino una reproducción zen y relajada de los diferentes instrumentos con una precisión tímbrica excelente que resulta idónea para una legibilidad inmaculada. Una vez más, nos encontramos ante una experiencia de escucha en la que la ósmosis es palpable, sin el efecto quirúrgico de otros componentes de Alta Fidelidad que tienden a desencarnar la música.
El control de los graves es total; ninguna duda al respecto. Todo lo que HiFi Rose ha implementado a nivel técnico para reproducir el ancho de banda disponible de manera lineal y natural funciona de maravilla en el álbum Hummingbird de Black Party. Los potentes graves son acompañados de un raro impacto que se prolonga en el tiempo, sin desfallecer nunca, incluso cuando el mensaje sonoro se vuelve más complejo. Casi se podría pensar que hemos puesto en marcha el subwoofer del equipo demás de nuestras cajas acústicas Dynaudio, pero después de comprobarlo, no es así. La articulación y la profundidad forman parte de la veracidad y conllevan un placer auditivo no fingido. Terminemos con la Sinfonía nº7 en re menor de Antonin Dvorák por la Filarmónica de Los Ángeles. La sensación de profundidad de la formación orquestal es correctamente restituida con un escalonamiento y una colocación de los pupitres fáciles de percibir. La escena sonora se materializa detrás de las cajas acústicas y el tabique que hay detrás de la misma se desvanece en cuanto uno cierra los ojos. Los arranques dinámicos aprovechan la gran reserva de potencia del RA180 para aportar fuerza y presencia a cada uno de ellos. Los instrumentos se responden unos a otros con una sensación de cohesión, sin que en ningún momento se oculten las extinciones de las notas. Hemos llegado al límite de nuestras cajas acústicas con este amplificador, que no tendrá ningún problema para sacar lo mejor de modelos mucho más prestigiosos.
Puntos fuertes:
- Sensación de potencia acústica sin límites
- Presencia palpable
- Capacidad para atacar todo tipo de cajas acústicas
- Biamplificación activa original y práctica
- Ajustes bien pensados
Puntos débiles:
- Mecanismos de control excesivamente ruidosos en todos sus movimientos
Conclusión
Sin ninguna duda, el amplificador integrado HiFi Rose RA180 hará historia. En primer lugar, por su estética inimitable, que identifica inmediatamente el producto con la marca. Las elecciones realizadas fueron atrevidas, pero valen la pena porque las discusiones son numerosas y el interés alrededor del RA180 crece. En segundo lugar, las funciones disponibles son muy completas a pesar de un funcionamiento integral en el dominio analógico: preamplificador de fono configurable, filtrado activo, cuatro canales de amplificación polivalentes. Por último, los resultados sonoros superan todas las expectativas. La calidad de diseño y fabricación asociada a la elección de la Clase “AD” nos ofrece una reproducción en Alta Fidelidad de un nivel muy elevado. La imagen sonora está a la vez concentrada en el centro y abierta en el exterior. Los timbres de la gama media-alta son sublimes sin llegar jamás a la definición extrema para ofrecer una representación cálida pero llena de micro-detalles. En lo que concierne al control de los graves, hay que definirlo como ejemplar por cuanto el RA180 tiene energía de sobra. Desviándose de su especialidad, que es la reproducción de música en red, HiFi Rose ha puesto a punto un amplificador integrado estereofónico visualmente deseable con unas prestaciones sonoras de altos vuelos. Traducido por Salvador Dangla