Con su segundo álbum, el grupo más contundente de la escena neo post-punk británica amplía el espectro de su furia y de su paleta sonora…

Songs of Praise fue un poco el huracán del revival post-punk. Con su álbum de debut, que fue premiado con nuestro Qobuzissime en 2018, Shame impresionó por su carisma, violencia y originalidad, firmando la falsa/verdadera banda sonora real de una Inglaterra gris, frustrada y en alerta, una sinfonía eléctrica heredada de los gemidos de sus mayores, The Fall, Gang of Four y Killing Joke... Dos años después, el cantante Charlie Steen, los guitarristas Sean Coyle-Smith y Eddie Green, el batería Charlie Forbes y el bajista Josh Finerty no han cejado en su empeño. Bien por ellos. Por encima de todo, los de Brixton han encontrado el equilibrio adecuado para un siempre difícil segundo álbum, manteniendo los hitos de Songs of Praise sin divagar demasiado. Drunk Tank Pink indaga así en los cambios de ritmo, las imprecaciones, las secuencias tensas, muy tensas incluso, los pasajes obsesivamente repetitivos, los recursos humorísticos, también. Pero toda aquella rabia adolescente se desliza un poco hacia un mayor espacio sonoro y de reflexión. Pérdida de identidad y gestión de la realidad: Steen lo ha desgranado todo en este segundo álbum que nos resulta mucho más... ¿adulto?  

shame - Water in the Well (Official Video)

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  “Después de nuestra gira”, explica el cantante, “me encontré con muchos silencios mientras trataba de entender la rutina diaria. Además, me enfrenté a mi subconsciente por la noche a través de una serie de sueños intensos que me dejaban en un estado de confusión durante el día siguiente. Una canción como Nigel Hitter es la expresión catártica de este periodo.”  

shame - Nigel Hitter (Official Video)

shame

  En Born in Luton, Shame primero desenvuelve un groove casi funky a lo Talking Heads/ESG, antes de girar 180º hacia una atmósfera opresiva. En esta esquizofrenia que se repite a lo largo de la canción y que encaja bien con la atmósfera de un planeta agitado, los londinenses resultan fascinantes. Y cuando el minuto 41 y último de Drunk Tank Pink llega a su fin, las ganas de volver a montar en esta montaña rusa neo post-punk son inevitables. © Mark Zisman  

shame - Alphabet (Official Video)

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