Sand

Presentación del Álbum

Voz aérea, controlada despreocupación, música que anda entre el rock indie y el pop inconformista, teñida de electrónica: los belgas de Balthazar se mueven en un terreno en el que también encontramos a Tame Impala y Mac DeMarco. Son unas arenas movedizas y cambiantes (el álbum se titula Sand), a las que la banda nos conduce con malicia y elegancia. Las dos cabezas “pensantes” de la banda, Maarten Devoldere y Jinte Deprez, han estado impresionando a un público cada vez más amplio desde aquel Fever de 2019, cuatro años después de un parón de la banda, durante el cual habían intentado aventuras en solitario (con Devoldere ocupado con Warhaus y Deprez con J.Bernardt). Publicado recientemente, Sand continúa en la línea de su predecesor, rebosante de ternura. Ya desde el primer tema, Moment, con su ritmo sostenido y la presencia de instrumentos de viento, hay una languidez conmovedora en las voces, con los coros entonando “free your mind, free your mind”. Es un tema que marca la pauta del resto del álbum, impregnado de un intenso espíritu soul, como en On A Roll, o en I Want You, oscuro y sensual, de nuevo con la presencia de vientos –en este caso un saxofón– y alguna percusión tropical... A veces uno puede pensar en una especie de Bryan Ferry del siglo XXI, con esa neblina que domina los paisajes sonoros y esos fraseos errantes... como en la alegre Hourglass, caldeada por coros negros. También hay algunos guiños a Mac DeMarco, como en You Won’t Come Around y Leaving Antwerp, con sus pequeñas melodías sintéticas. Algo que no deja indiferente es la curiosa portada del álbum, que representa algún tipo de monstruo o alienígena, y que puede parecer alejada de la atmósfera del disco. Pero sabemos que el lema de Balthazar es sorprender. © Yan Céh/Qobuz