Marteau : Complete Works for String Quartet, Vol. 1

Presentación del Álbum

Pobre Henry Marteau... Nacido en 1874 de padre francés y madre alemana, en un momento en el que el resentimiento entre un país y otro seguía siendo intenso, después de la guerra de 1870 y la pérdida de Alsacia-Lorena. Aún así comenzó bastante bien su carrera como violinista, ya que a la edad de diez años sustituyó a su maestro en el último minuto para un gran concierto en Reims, donde tocó a la perfección un concierto de Vieuxtemps. Poco después, hizo su debut en Londres y Viena bajo la dirección de Hans Richter, cruzando su destino con nombres como los de Brahms, Tchaikovsky, Busoni, Dvořák, Nielsen, Grieg, Reger y muchos otros de los grandes músicos de su tiempo a los que interpretó en sus conciertos. En 1908, se consagró como sustituto de Joachim en el Conservatorio de Berlín. Pero, ¡cataplum! en 1914, ocurrió lo que tenía que ocurrir, y Marteau -¡oficial de reserva francés!- se encontró bajo arresto domiciliario en lo más profundo de Alemania, se le prohibió ejercer, y lo peor es que Francia, por su parte, lo tomó por un espía alemán. Después de la Primera Guerra Mundial, adquirió la nacionalidad sueca y siguió ejerciendo en Alemania en los conservatorios de Leipzig y Dresde, pero su gloria instrumentista había pasado, y murió en 1934. Su obra sufrió en gran medida los estragos de la guerra, ya que la mayoría de sus composiciones no existían más que en forma de manuscritos, parcialmente perdidos. Conocemos sus cuartetos porque fueron interpretados a menudo durante su vida, por lo que fueron ampliamente publicados y distribuidos. El Segundo Cuarteto, que aquí se presenta, probablemente escrito en 1905, subraya el vínculo musical que unía entonces a Marteau con Reger: cromatismos atrevidos, carga contrapuntística en cada instante, dirección polifónica de una intensa riqueza, aunque el espíritu «a la francesa», con ese extra de ingenio, atestigua que solo puede ser obra de Marteau. En cuanto a Ocho melodías para mezzosoprano y cuarteto de cuerdas, aquí cantadas por Karine Deshayes acompañada por el cuarteto de Isasi, probablemente daten de la fecha de su exilio interior en Alemania o de su exilio en Suecia, entre los años 1915-17. Durante mucho tiempo, se pensó que estaban perdidos, ¡y fue solo después de un siglo cuando por fin se publicaron, en 2016! Pequeña burla del compositor, eligió textos en... francés. Y además una carga melódica y armónica muy francesa, con algunos acentos que un Debussy probablemente no habría negado. En cualquier caso, son preciosas obras que nos complace descubrir, especialmente cuando están tan bien interpretadas. © SM/Qobuz