Descargue este álbum para su escucha ilimitada.
Con su look de niño grande un poco destroyer, Ryley Walker da constantemente la impresión de que acaba de levantarse tras una noche especialmente intensa asociada a todo tipo de sustancias. Y lo cierto es que el problema viene de lejos. Las adicciones, el alcohol y las drogas le venían acompañando desde hace años. Así que ha decidido coger el toro por los cuernos e iniciar una fase de transición, para ver si así le abandona su característico mote de 19-gin-and-tonics-Ryley. Particularmente dotado para el fingerpicking (técnica para abarcar con solo dos manos el ritmo y la melodía), goza a la vez de un innato sentido del fraseo. Con Deafman Glance ha querido desvincularse de su antigua imagen y entregar un álbum muy personal, seguramente el más autobiográfico de su carrera. Desde siempre Ryley Walker ha declarado su amor a Chicago. Se siente a gusto entre su arquitectura, fascinado por su aspecto lúgubre, sus adefesios, sus malos olores y su polución, en definitiva, por el atractivo de su imperfección…Seguramente este Deafman Glance surge de los sonidos de Chicago, al mismo tiempo jazz, folk y psicodélicos. El joven artista se deja llevar por sus improvisaciones jazzísticas, desplegando acordes para añadir después la voz. Debe decirse que Ryley Walker ha ganado en madurez musical, lo que le permite extraer el mayor partido de las pausas y silencios. En cuanto a la parte vocal, ha optado por un spoken word al modo de Merle Haggard, pero no poco original, acercándolo a su sombrío y fracturado universo. Uno puede imaginarse al músico vagabundeando por las penumbrosas calles de la ciudad en busca de inspiración, y extrayendo después de su guitarra alguna balada luminosa que calme sus nervios. Deafman Glance nos sumerge, por otra parte, en un extraño misticismo recorrido por envolventes solos de guitarra, en los que se descubren ecos de John Martyn, Bert Jansch, Nick Drake o Tim Buckley. Sin embargo, sabe cómo conseguir que sus baladas jazz-psycho brillen con humor cínico mediante unas letras delirantes, como la de 22 Days: My life is chicken scratch, sometimes baby you can’t sell the same shit back. Un lirismo algo extravagante que encaja bien con el personaje y que recuerda al de ciertos álbumes de Scott Walker. © Clara Bismuth/Qobuz
Más informaciónEstá escuchando muestras.
Escuche más de 100 millones de pistas con un plan de streaming ilimitado.
Escuche esta playlist y más de 100 millones de pistas con nuestros planes de streaming ilimitado.
Desde $ 16.190,00/mes
Ryley Walker, Artist, MainArtist
2018 Dead Oceans 2018 Dead Oceans
Ryley Walker, Artist, MainArtist
2018 Dead Oceans 2018 Dead Oceans
Ryley Walker, Artist, MainArtist
2018 Dead Oceans 2018 Dead Oceans
Ryley Walker, Artist, MainArtist
2018 Dead Oceans 2018 Dead Oceans
Ryley Walker, Artist, MainArtist
2018 Dead Oceans 2018 Dead Oceans
Ryley Walker, Artist, MainArtist
2018 Dead Oceans 2018 Dead Oceans
Ryley Walker, Artist, MainArtist
2018 Dead Oceans 2018 Dead Oceans
Ryley Walker, Artist, MainArtist
2018 Dead Oceans 2018 Dead Oceans
Ryley Walker, Artist, MainArtist
2018 Dead Oceans 2018 Dead Oceans
Presentación del Álbum
Con su look de niño grande un poco destroyer, Ryley Walker da constantemente la impresión de que acaba de levantarse tras una noche especialmente intensa asociada a todo tipo de sustancias. Y lo cierto es que el problema viene de lejos. Las adicciones, el alcohol y las drogas le venían acompañando desde hace años. Así que ha decidido coger el toro por los cuernos e iniciar una fase de transición, para ver si así le abandona su característico mote de 19-gin-and-tonics-Ryley. Particularmente dotado para el fingerpicking (técnica para abarcar con solo dos manos el ritmo y la melodía), goza a la vez de un innato sentido del fraseo. Con Deafman Glance ha querido desvincularse de su antigua imagen y entregar un álbum muy personal, seguramente el más autobiográfico de su carrera. Desde siempre Ryley Walker ha declarado su amor a Chicago. Se siente a gusto entre su arquitectura, fascinado por su aspecto lúgubre, sus adefesios, sus malos olores y su polución, en definitiva, por el atractivo de su imperfección…Seguramente este Deafman Glance surge de los sonidos de Chicago, al mismo tiempo jazz, folk y psicodélicos. El joven artista se deja llevar por sus improvisaciones jazzísticas, desplegando acordes para añadir después la voz. Debe decirse que Ryley Walker ha ganado en madurez musical, lo que le permite extraer el mayor partido de las pausas y silencios. En cuanto a la parte vocal, ha optado por un spoken word al modo de Merle Haggard, pero no poco original, acercándolo a su sombrío y fracturado universo. Uno puede imaginarse al músico vagabundeando por las penumbrosas calles de la ciudad en busca de inspiración, y extrayendo después de su guitarra alguna balada luminosa que calme sus nervios. Deafman Glance nos sumerge, por otra parte, en un extraño misticismo recorrido por envolventes solos de guitarra, en los que se descubren ecos de John Martyn, Bert Jansch, Nick Drake o Tim Buckley. Sin embargo, sabe cómo conseguir que sus baladas jazz-psycho brillen con humor cínico mediante unas letras delirantes, como la de 22 Days: My life is chicken scratch, sometimes baby you can’t sell the same shit back. Un lirismo algo extravagante que encaja bien con el personaje y que recuerda al de ciertos álbumes de Scott Walker. © Clara Bismuth/Qobuz
Acerca del álbum
- 1 disco(s) - 9 pista(s)
- Duración total: 00:41:29
- Artistas principales: Ryley Walker
- Compositor: Various Composers
- Sello: Dead Oceans
- Género Pop/Rock Rock Alternativa & Indie
2018 Dead Oceans 2018 Dead Oceans
Mejorar la información del álbum