La obra maestra de Dylan, al microscopio

Estuche con más de 80 títulos en torno a “Blood on the Tracks”

Este volumen 14 de las Bootleg Series de Bob Dylan es, desde luego, el más esperado de la colección, puesto que se centra en el álbum que muchos fans consideran el mejor de su carrera: Blood On The Tracks. En su autobiografía, Zimmerman cita a Chéjov como inspiración de este trabajo editado en enero de 1975. Pero, por supuesto, la separación de su esposa Sara está constantemente presente a lo largo de esta obra maestra. Sus letras rozan lo sublime, y cada palabra ha sido sopesada para transmitirnos su estado emocional, con precisión pero con extrema sensibilidad. Musicalmente, se trata de un folk rock de enérgica pulsación rítmica pero nada machacón, con una instrumentación exquisita y un tejido guitarrístico capaz de engastar primorosamente cada melodía. Estos textos introspectivos, de escritura límpida y sobria, nos muestran a un Dylan más humano que nunca, en pleno proceso de renovación artística pese a las dificultades personales por las que atraviesa. En definitiva, un Dylan magistral que alterna canciones melancólicas, gritos de protesta y, como es habitual, piezas de oscuro sentido.

  Esta caja con más de 80 temas presenta cronológicamente tanto las sesiones neoyorquinas como las de Minneapolis, puesto que Dylan realizó una primera versión del disco para decidir a continuación grabarlo de nuevo, por consejo de su hermano David Zimmerman. El álbum oficial reuniría, por tanto, tomas de ambas sesiones. Comienzos en falso, tanteos, tomas alternativas, cambios de tempo o de instrumentos que nos muestran la labor de confección, desde la A a la Z, de Blood On The Tracks, prolongando el placer de escucharlo hasta el infinito. Un tremendo More Blood, More Tracks: The Bootleg Series Vol. 14 (Deluxe Edition) que, desde ya, se antoja indispensable. © Marc Zisman/Qobuz