Tras una sucesión de EPs, el brillante productor de Vancouver publica por fin un verdadero álbum, “The Coast”, una maravilla house con toques de soul. ¡Qobuzissime!

El nombre del canadiense Jesse Bru se escuchó por primera vez en Europa en 2012, después de que el sello parisino Karat, dirigido por los DJs y distribuidores de discos Alex y Laëtitia Katapult, se pusiera en marcha gracias a su proyecto micro-house Hot Keys (en el que estaba trabajando en ese momento con su compatriota Ryan Trann). Al año siguiente, el productor de Vancouver causó un gran alboroto con el éxito de club Psychedelic Brain Paint, extraído de su primer EP, Changing for You. La gente descubrió un eufórico house lo-fi que recordaba al del Motor City Drum Ensemble y a sampleos con multitudes enloquecidas y una Janis Joplin rezando (Work Me Lord, versión Woodstock). En ese momento, Jesse Bru se unió al mundo de los DJs cuyas reputaciones suben sin parar. En el camino, por supuesto, terminó en Berlín, donde, para el deleite de todos, lanzó EP tras EP sin tomarse la más mínima pausa. Hace dos años, este trabajo de cadena de montaje le dejó muy agotado, así que volvió a Vancouver e hizo un balance, pensando en algo así como un primer álbum… De hecho, el canadiense ya había lanzado un LP, Mid City (digital, 2012), pero su plan era más bien una colección completa de temas para un álbum. Con The Coast, Jesse Bru finalmente nos proporciona la oportunidad de saborear su música de verdad, ya que sus 15 temas están llenos de pequeñas ideas y grandes delicias.  

Jesse Bru at Public Disco in Alley Oop (2019)

Public Disco

  El antiguo productor de hip-hop, que adquirió el gusto por la música electrónica después de un desvío por Montreal, sigue siendo aquí el antiguo Jesse Bru, tan aficionado al sampling. Se autocita cada vez más a menudo, y el oyente descubre el patchwork que le ayudó a triunfar: todo ese surtido de timbres cálidos y house con la variante soul neoyorquina funciona como un denominador común. El resultado son verdaderos pequeños tesoros como All Day Bae et Workin (Should Be Livin) – y luego añade toques de garage UK (Life’s Alright), de techno (Lucid Dreaming), de jazz o de drum’n’bass, como en Cmwtme, un tema celestial con la combinación de trompeta y Amen break. Un homenaje a los noventa abiertamente admitido: “Me gusta mucho el electro, los breaks, el techno y el jungle, y la música muy, muy conmovedora”, explica Jesse Bru, y subraya lo liberador que es este álbum para él. “Sentí que hacía lo mismo todo el tiempo, EP tras EP, sólo para poder estar en el escenario”. Con un álbum de este nivel, casi dan ganas de encerrar a Jesse Bru en el estudio… © Smaël Bouaici/Qobuz

ESCUCHE "THE COAST" DE JESSE BRU EN QOBUZ

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