SVS Prime Wireless Pro

Es posible que ya conozcas la marca estadounidense SVS por sus subwoofers de cine en casa, de fama internacional. La empresa, a menudo conocida solo en este sector, comercializa en cambio todos los altavoces destinados a acompañar a los subwoofers para crear sistemas de 5.1 canales y más. SVS tomó altavoces de estantería, a menudo utilizados para efectos de sonido envolvente, y los convirtió en altavoces activos.

La primera versión de los Prime Wireless se lanzó hace poco más de cuatro años. Impresionaron por sus cualidades de alta fidelidad, que iban mucho más allá de la simple función de entretenimiento sonoro inalámbrico. Ahora los Prime Wireless se han convertido en Pro. No es que estén pensados para un uso profesional, es el nombre que SVS les ha dado para diferenciarlos de la versión anterior, al tiempo que añade nuevas funciones, lo que explica el aumento de precio respecto al modelo anterior.

Una visión general de los Prime Wireless Pro

Los Prime Wireless Pro conservan su diseño compacto de estantería para facilitar su colocación en muebles o soportes de suelo. Están disponibles en blanco o negro, ambos con un bonito acabado lacado. El revestimiento de tela de los altavoces es de color a juego. Para evitar daños en la parte inferior, se suministran unas pequeñas almohadillas de goma.

Estos altavoces conectados funcionan como un par estéreo con un altavoz activo y otro pasivo. Solo el primero está conectado a una toma de corriente. El altavoz activo se encarga tanto de su propia amplificación como de la del altavoz pasivo. Se suministra un cable de 3 metros para conectar los dos altavoces. La diferencia entre ambos se aprecia inmediatamente en la parte frontal: uno está desnudo, mientras que el otro tiene pantalla y botones.

La versión no-pro solo muestra iconos retroiluminados, mientras que la versión profesional tiene una pantalla lo suficientemente grande como para ser leída desde la posición de escucha. La acompañan dos mandos multifunción y seis botones para presintonías. Estos pocos mandos facilitan el control de los altavoces para la escucha diaria de, por ejemplo, emisoras de radio web favoritas.

Una vez retirada la cubierta, se pueden admirar los dos altavoces. El tweeter de cúpula de aluminio de 25 mm está protegido por una rejilla metálica y se complementa con un altavoz optimizado. Lo mismo ocurre con el diseño interno del revestimiento, que no altera la reproducción del sonido cuando está colocado. Los bordes biselados del altavoz, especialmente en la parte superior cerca de los tweeters, están diseñados para eliminar la difracción y mejorar la imagen del sonido.

Debajo hay un pequeño woofer de 13,3 cm de diámetro. El cono es de polipropileno y el aro de aluminio, todo ello diseñado para minimizar el peso y garantizar al mismo tiempo una gran resistencia. El soporte ventilado de la bobina evita la compresión innecesaria del aire. También llama la atención la gruesa suspensión semicircular, que revela la capacidad de los altavoces para manejar las frecuencias más bajas. Los woofers se complementan con las clásicas aberturas bass-reflex en el panel trasero.

El altavoz principal alberga los cuatro canales de amplificación, cada uno de los cuales es capaz de suministrar 50 vatios RMS en Clase D. Esto significa que todos los altavoces tienen su propio amplificador dedicado y un crossover activo.

Uso de Prime Wireless Pro

Los altavoces Prime Wireless Pro por sí solos son suficientes para transmitir música con Qobuz. Sin embargo, SVS ha proporcionado una conectividad que permite añadir otras fuentes y crear un sistema completo. Hay cuatro entradas de audio en el panel trasero: las dos primeras son analógicas, RCA y minijack, perfectas para conectar un giradiscos de vinilo con su preamplificador RIAA.

Luego hay una entrada digital óptica, para un reproductor de CD, por ejemplo; y está la toma HDMI ARC/eARC, que permite conectar los altavoces a un televisor. El objetivo declarado es sustituir la barra de sonido por un sistema más versátil, apto tanto para la música como para el cine en casa. Otra ventaja: gracias a la conexión HDMI, a través del mando a distancia del televisor se pueden encender y apagar los altavoces y controlar el volumen.

También encontramos una salida mono para un subwoofer (cualquier modelo SVS) y dos tomas de red RJ45 (la primera alimenta los altavoces, mientras que la segunda es una extensión para otro posible dispositivo cercano). Por último, Bluetooth ofrece otra opción de conexión para escuchar música con los Prime Wireless Pro.

Los altavoces se pueden controlar, mediante wi-fi o red cableada, con la aplicación móvil DTS Play-Fi. Esta integra Qobuz en Hi-Res, (activando el modo llamado ‘Critical Listening Mode’). Los menús de Qobuz ofrecen novedades, colecciones, best sellers, álbumes premiados, etc. A todos estos elementos se accede seleccionando ‘Descubrir’. Después, en tres secciones separadas, se encuentran las listas de reproducción personales, los favoritos y las compras. También hay un buscador interno y la posibilidad de editar las listas de reproducción de Qobuz. Sin embargo, el contenido editorial e informativo no está disponible.

La aplicación DTS Play-Fi ofrece la posibilidad de gestionar varias salas con otros productos SVS conectados e incluso con dispositivos compatibles de otros fabricantes. Los altavoces se pueden agrupar/separar fácilmente. Además, los Prime Wireless Pro son compatibles con AirPlay 2 y Chromecast. También se pueden controlar por voz a través de Alexa o Google Assistant.

El SVS proporciona un mando a distancia por infrarrojos para el volumen, la selección de fuente y la recuperación de uno de los seis preajustes. Cualquier selección se confirma en la pantalla del panel frontal, como el nivel de volumen o el nombre de la fuente elegida. Cuando se reproduce música en Qobuz, aparece el logotipo junto con el nombre del artista y el título que se está reproduciendo. Esto es lo mínimo para llamar la atención. Pero otras marcas, como Harman Kardon, ofrecen una pantalla en color con las portadas de los álbumes.

Escucha

Colocamos el Prime Wireless Pro bien lejos de las paredes traseras para permitir que el reflejo de graves hiciera su trabajo. La conexión HDMI ARC nos permitió realizar algunas pruebas en configuración audio/vídeo.

Por ejemplo, escuchando el álbum Unalome de Buster Williams uno aprecia inmediatamente la presencia desarrollada por los altavoces SVS Prime. Hay un realismo en la audición de las notas de los instrumentos principales, claramente distintas entre sí, cada una en su dimensión pero en planos diferentes. El saxofón se eleva en alta frecuencia, totalmente evidente. Lo mismo ocurre con el contrabajo, que resuena hasta el suelo de nuestra sala de escucha. La profundidad de los graves es excepcional para unos altavoces tan pequeños. Cuando la voz femenina se reanuda, se instala delante de los instrumentos, un poco más arriba, con naturalidad y precisión.

Cuando cambiamos a las sinfonías de Kevin Puts dirigidas por Ji Su Jung, el escenario sonoro se desarrolló bien detrás de los altavoces, ligeramente más allá de la pared trasera de nuestra sala de escucha. La microinformación no se elimina y contribuye a este efecto de profundidad y definición en distintos planos. Observamos una ligera falta de precisión en el posicionamiento de la anchura. La estabilidad de la escena puede depender de la posición de escucha, incluso por solo unos centímetros. Esto requiere cierto trabajo de ensayo y error para colocar los altavoces y obtener el mejor resultado, en comparación con otros que son menos sensibles en este aspecto.

En el último álbum funk de Kurt Elling, SuperBlue: Guilty Pleasures, el efecto de presencia acentuada desempeña perfectamente su función, con un impacto en la gama de graves, una calidez en las voces y una extensión de las frecuencias más altas que permanecen detalladas sin verse abrumadas por el resto de la señal. La noción de potencia nunca ha sido tan evidente en los altavoces de estantería autoamplificados. Sospechamos que estos SVS procesan la señal para adaptarla a lo que queremos oír. Pero, ¿por qué culparles cuando el resultado está tan bien controlado?

Concluimos nuestras sesiones de prueba con la toma HDMI ARC conectada a un televisor. El SVS reproduce vídeos, conciertos y películas sin problemas. Cuando se trata de música, encontramos las mismas cualidades con graves, plenitud y voces precisas y centrales. Los altavoces no tienen ninguna dificultad para crear una escena correspondiente a una gran imagen sonora. Aunque solo estemos en estéreo, los efectos de reverberación y desfase se reproducen perfectamente, lo que nos permite entrar en la acción de la escena que se desarrolla ante nosotros. La coherencia es total y basta para hacernos elegir entre estos pequeños altavoces y una barra de sonido de precio equivalente.