En 1988, cuando se le preguntó a Robert Plant a cerca de lo que le inspiraba el vigésimo aniversario de Led Zeppelin, la idea le pareció ridícula y contestó con ironía: «¡El hecho de que Led Zeppelin haya hecho música no debería suscitar conmemoraciones como si lo que hubiera hecho fuera una puta guerra!» Desde la brutal desaparición de John Bonham el 25 de septiembre de 1980 los otros tres miembros del grupo se habían puesto de acuerdo para poner fin definitivamente a Led Zeppelin, ya que parecía impensable continuar sin su icónico e irremplazable batería. Siempre por una buena causa, aunque años más tarde, volverían a reunirse para hacer algunas apariciones breves y raras como en Live Aid 13 de julio de 1985 en el JFK Stadium de Filadelfia, o en el Madison Square Garden el 14 de mayo de 1988 en honor al hombre que había asumido el riesgo de incorporar a Led Zeppelin a su sello, Atlantic, veinte años atrás, Ahmet Ertegün. Pero será necesario esperar cerca de veinte años más para la única y verdadera reaparición, el 10 de diciembre de 2007 en el O2 Arena de Londres (Celebration Day), con Jason Bonham, el hijo de John, en la batería. Ciertamente, mientras tanto, habíamos tenido que conformarnos con más de 200 fechas y dos álbumes de Jimmy Page/Robert Plant (No Quarter, en 1994, y Walking into Clarksdale, en 1998), o con las dos giras y el formidable live de Jimmy Page con The Black Crowes (Live at the Greek), el mejor homenaje rendido al dirigible hasta la fecha.
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