A lo largo de 35 años, el sello belga R&S (por Renaat Vandepapeliere y Sabine Maes, la pareja fundadora) ha explorado todos los estilos de la música electrónica. Y además su labor se demostraría pionera, abriendo paso a las diferentes revoluciones que han jalonado la historia del género, desde el techno y el house hasta el hardcore, el drum’n’bass o el dubstep. Vandepapeliere repasa con nosotros diez de los momentos más significativos de esta discográfica, sinónimo de vanguardia, que ha marcado en muchos momentos el ritmo a la industria musical electrónica.

1983 : Big Tony

El primer lanzamiento del sello belga fue una versión del Can't Get Enough (Of Your Love Babe) di de Barry White a cargo de Big Tony, vocalista apenas recordado en nuestros días.

«¡De algún modo teníamos que empezar! Era el final de la era disco, y por entonces se habían puesto de moda los discos de versiones en Bélgica. A fin de cuentas, también los Stones habían comenzado versioneando a otros… Con esa canción dimos nuestros primeros pasos en la industria. Íbamos aprendiendo poco a poco las diferentes tareas del oficio, como la producción, la distribución y, por supuesto, la grabación. Era la primera vez que ponía los pies en un estudio, y no se me ocurría un lugar mejor para estar. Tenía 26 años, trabajaba en una tienda de discos y había comenzado a pinchar a los 14: creé el sello para estar más cerca de los músicos. Mi intención era convertirlo en el nuevo Virgin o en el nuevo Mute, los modelos que en aquellos días tenía en mente. Y quería llegar lo más lejos posible, manteniendo mi independencia. La industria de la época estaba en manos de ingleses y norteamericanos, así que me dije: ¿por qué no intentar lanzar una discográfica belga? Y el resto es historia…».

 

1987 : Derrick May

Uno de los primeros éxitos techno fue String of Life, editado en 1987 por Transmat, sello de Derrick May (antes de su relanzamiento en 1998 por R&S). El inicio de la historia de amor del sello belga con la escena techno de Detroit.

«En cuanto recibí los primeros white labels procedentes de Detroit, llamé inmediatamente al número de teléfono que figuraba en el adhesivo. Y de ese modo contacté con Derrick May, Juan Atkinsy Kevin Saunderson («la Santísima Trinidad del techno»). Les pagué los billetes de avión para que vinieran a Bélgica. En aquel momento aún no los conocía nadie. Entré en la música electrónica con el techno de Detroit, y fueron ellos quienes me convencieron de que era el camino a seguir. Se trataba de una escena fascinante, de una música absolutamente futurista. Treinta años después no resulta nada fácil saber si algo es novedoso, pero en aquellos años no cabía duda. Era un movimiento muy underground, pero nuestros lanzamientos nunca se han dirigido al nicho más comercial del pop. Esa es mi filosofía. Si me gusta un disco, lo edito y punto. Y si no le interesa a nadie, me da igual.»

1988: CJ Bolland

Con sangre inglesa en sus venas y corazón belga (llegó al llano país a los 4 años), el gran CJ Bolland firma Move It , todo un hit acid house, en 1988 (apenas un año después del Acid Tracks de Phuture) bajo el alias The Project (contando, entre otros, con el mítico ingeniero de sonido y productor Cisco Ferreira).

«Estamos al comienzo del periodo New Beat. Esa corriente era extraordinariamente popular en Bélgica, y proporcionó visibilidad a la comunidad electrónica. Por entonces estaba a punto de inaugurar mi propio estudio de grabación, la gente iba y venía a mi alrededor y CJ Bolland se pasó un día por casa. Era fan de Cisco Ferreira, alias The Advent. Cisco estaba por aquí en aquel momento, y ambos comenzaron a trabajar juntos, grabando este tema. CJ fue uno de los primeros artistas de R&S que alcanzó fama internacional. Aún buscábamos nuestra identidad, y nos esforzábamos por familiarizarnos con el equipo y por adquirir experiencia. Porque es preciso confesarlo: no teníamos ni la menor idea de cómo funcionaba nada. Pero disponíamos de una buena plataforma y la explotamos al máximo.»

1990: Joey Beltram

Si hubo un disco avanzado a su época fue Energy Flash. Recurriendo a los ritmos techno más contemporáneos, este himno rave compuesto por el productor neoyorquino Joey Beltram situaría a R&S en el centro de la escena internacional.

«Este disco lo cambió todo. Marcó un antes y un después, no cabe duda. Fue nuestro primer gran éxito, sonó en todo el mundo y tuvo una enorme influencia en muchos artistas. Volviendo la vista atrás, la verdad es que estos discos eran realmente especiales… El tema llevó al sello a otra dimensión, colocándolo en la cima de la modernidad. Tras Energy Flash comenzamos a recibir demos de todo el mundo.»

 

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