The Butterfly Myth

Presentación del Álbum

The Butterfly Myth, el debut de Blunt Chunks, nombre artístico de Caitlin Woelfle-O'Brien, comienza simplemente con "Fill My Cup". Su afición a languidecer en el aburrimiento protagoniza una historia que culmina con una denuncia de su entorno: “Esta ciudad está llena de gente fea/ Con protocolos feos/ Y centros comerciales... feos/ Esta ciudad está llena de ira y tristeza/ ¿Adónde voy?” Como en muchas de las canciones de O'Brien, no es fácil reconciliarse con la certeza de que uno es uno con su entorno. Forma parte de la fealdad y ella se da cuenta de ello a medida que avanza el álbum.
Una vez introducido este detalle de lucha, es difícil no notarlo a lo largo de todo el premiado The Butterfly Myth de Qobuzissime. "Psyche's Flight", con su suave saxofón detallando el eco de las voces, hace un gran trabajo emocional al explorar cómo encaja ella, tanto en relación con su entorno como en su relajado estilo folk. Los versos son cortos y explicativos, y el estribillo in crescendo muestra una aceptación que no necesita más elaboración. Luego, las regurgitaciones vocales que rodean "High Hopes" y "Limbo" interrumpen esta sensación. Este último tema termina con una repentina caída de los instrumentos y la voz principal de O'Brien truncando un pensamiento intrusivo, como si quisiera recordar a todos que no debemos centrarnos en nuestras emociones más negativas ("I don't want to do this anymore"). La canción de amor pura, lenta y corta que sigue, 'You Are My Love', señala un cambio a un futuro mejor.

Esto no quiere decir que The Butterfly Myth sea todo maduro a partir de ahí, sino que avanza hacia subestructuras jazzísticas. Los días son luminosos, aunque no se disfrutan. El aburrimiento antes mencionado, aunque sigue prevaleciendo, ya no es culpa de la ciudad o de una relación, simplemente es así. Los saxofones y sintetizadores se convierten en el punto focal, extendiéndose lánguidamente en la larga pero gratificante "Higher", mientras las voces multipista de O'Brien entran y salen de la mezcla como hojas que caen, un recordatorio de que el aburrimiento y los malos momentos son tan fugaces como las propias canciones.

"Can't Be The End" se arrastra con un sutil sintetizador, un bajo y una letra sobre personas que entienden los antojos y deseos de los demás a pesar de la falta de romance. Como muchas de las canciones, el tema que cierra el disco, apropiadamente titulado, subvierte la estructura indie folk, convirtiéndose en un sensual crooner R&B. A pesar de la temática a veces sombría y distante, aún nos queda mucho tiempo para Blunt Chunks. Esperemos que no sea tiempo perdido. © Jeff Laughlin/Qobuz