Hunter

Presentación del Álbum

Anna Calvi no quiere que olvidemos que aquella timida chica enfermiza se ha convertido hoy en una verdadera bomba sexual, por más que su tercer álbum no ofrezca grandes cambios formales. Su actitud a la hora de salir del armario está siendo no obstante bastante explosiva, como ella misma ha reconocido en las redes sociales.
En 2011, con un hermoso primer disco de título epónimo, Anna Calvi se proclamaba algo más que la enésima versión de PJ Harvey… Dotada de un misterioso timbre vocal, a lo Siouxsie, armada con una guitarra de sonoridades 50 de tendencia Duane Eddy, arropada por unas producciones dignas de algunas improbables bandas sonoras a lo Morricone/Badalamenti, la británica volvía dos años después con One Breath, un sorprendente segundo disco donde se percibía una interesante evolución. Calvi seguía inmersa en sus desarrollos oníricos, en los límites de lo gótico, pero suministrando a la vez sonidos más sucios y crudos. Igualmente capaitada en términos de composición, interpretación, arreglos y voz, nos confirmaba que era una artista total. Como vuelve a suceder en el presente Hunter, de simbólico título. Respaldada por Nick Launay en labores de producción (Nick Cave), Adrian Utley de Portishead a los teclados y Martyn Casey de los Bad Seeds al bajo, firma diez magníficas canciones que rozan lo sublime por su esencial despojamiento, como el de esa fantasmagórica balada que es Away. © Marc Zisman/Qobuz