Amoria

Presentación del Álbum

No, no y no, las célebres hermanas-pianistas no tocan todas las piezas de esta compilación vasca, tampoco tocan siempre juntas, y no tocan siempre el piano sino también el fortepiano, algunos de los cuales son modelos particularmente antiguos (o copias). La compilación presenta músicas vascas populares, sacras, imaginarias a veces (el Bolero de Ravel arreglado para dos pianos, por el compositor, pero añadiendo un gran número de percusiones vascas tocadas por cinco percusionistas, nada menos), del siglo XVI hasta el XXI: por tanto, una excelente manera de descubrir también la producción contemporánea vasca. Oiremos, además de las hermanas en cuestión, el célebre contratenor Carlos Mena (vasco de nacimiento, al igual que las Labèque), el conjunto vocal Escolanía Easo Araoz Gazte, o también el tenor Thierry Biscary. Más rara, la pieza intitulada Bateran está compuesta para txalaparta, uno de los instrumentos más populares del País vasco: un singular ensamblaje de tablones de madera que dos instrumentistas percuten verticalmente con palos para marcar el compás. No estamos lejos del semanterión, tablón utilizado como campana típica del rito ortodoxo (y, más antiguamente, de los ritos cristianos anteriores al Cisma de Oriente) antes del desarrollo de la campanas de bronce; el semanterión sigue siendo utilizado en Rumanía con el nombre de klepalo para la llamada a la oración, entre otras. En suma, el lector lo habrá entendido, estamos aquí en un mundo fascinante, desconocido para la mayoría de los oyentes, que las hermanas Labèque –cuyo lugar de nacimiento, Bayona, lo explica todo– nos hacen descubrir con sumo deleite. © SM/Qobuz