Todavía en su vena shoegaze, el trío británico vuelve a la palestra con su cuarto álbum en 4AD.

Hace siete años que esperamos a Daughter, el trío de indie folk formado por la británica Elena Torna, el suizo Igor Haefeli y el francés Remi Aguilella. Aunque el grupo solía publicar álbumes cada dos años, su líder optó por seguir una carrera en solitario bajo el seudónimo Ex:Re. En 2018, el cantante y letrista publicó un álbum folk de debut aclamado por la crítica, sin efectos, muy parco y melancólico. Vuelve al redil y tras If You Leave (2013), Not to Disappear (2015) y Music Before the Storm (2017) -música para el videojuego de aventuras del mismo nombre- llega el esperadísimo Stereo Mind Game.

Imbuido de su esencia mitad folk, mitad shoegaze, en la que todo, desde la reverberante voz del cantante hasta las guitarras y las letras, parece empapado de cloroformo, el disco, sin embargo, es más luminoso. “Creo que es más optimista que nuestros discos anteriores (pero sigue teniendo mis letras, así que nunca será completamente soleado), pero he intentado documentar experiencias, pensamientos, sentimientos, conversaciones y recuerdos de mi vida, y espero que los hayamos convertido en algo hermoso, algo positivo”, explica Elena.

Daughter
Daughter © Marika Kochiashvili

Esto sucede ante todo a través de las voces. Junto a la voz clara y límpida de la cantante de origen irlandés, encontramos la de Igor Haefeli en la escasa y casi acústica Isolation o en la más pop Future Lover, y coros sampleados (Neptunes, Swim Back, Junkmail). La orquestación en este nuevo esfuerzo es también más elaborada (Wish I Could Cross te Sea), de la que destacan algunos samples mezclados (Missed Calls). Producido por Haefeli y Tonra, el álbum fue escrito y grabado en distintos lugares -los tres miembros no viven en la misma ciudad-: Devon, Bristol, Londres, San Diego (California) y Vancouver. Un brillante y sensible tour de force, una nebulosa en la que uno se pierde ávidamente.

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