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El tercer álbum del trío inglés de Nottingham se abre como una película, con esa ligera Intro acompañada de violines... Luego entramos en materia: el segundo tema, Californian Soil, es también el título de este nuevo trabajo de London Grammar. La voz de Hannah Reid nunca ha sido tan convincente y calibrada, fría y ardiente al mismo tiempo. Los violines siguen tocando imperiosamente. El único elemento que nos ayuda a situar el tema en el presente es el ritmo electrónico, una especie de reminiscencia downtempo que puede recordar un poco al trip hop de los 90. El videoclip de Californian Soil se caracteriza por una estética bastante oscura, con escenas ambientadas en una playa que recuerdan a las fotografías de los años 70 de David Hamilton y que dan al escenario una connotación poética. El álbum continúa con Missing, un tema en el que la virtuosa voz de Hannnah Reid está omnipresente, amplificada por ecos que recuerdan a los coros de gospel. Al describir el álbum, la cantante explica que algunos de los temas clave son el feminismo y la celebridad. Dice: “El tema central de este disco es poder tomar las riendas de tu vida. A veces soñamos que el éxito puede ser grande, increíble. Entonces, cuando llega de verdad, lo experimentas en primera persona y te preguntas: - ¿Por qué no tengo el control de esto? ¿Por qué no se me permite ejercer el control sobre esto? ¿Hay alguna conexión, algo que tenga que ver con ser mujer? Y si es así, ¿qué puedo hacer para cambiarlo?” Hablando de éxito, se refiere al de su anterior disco, Truth Is a Beautiful Thing, publicado en 2017. Los doce temas que componen Californian Soil ven cómo Hannah se domina a sí misma en la banda, dominando los pensamientos que la atraviesan y su conexión con sentimientos más profundos, como demuestran la inquietante e intensa Lord It’s a Feeling y la más pop How Does It Feel. El pop indie de London Grammar también está surcado por elementos electrónicos, que le dan cierta singularidad, como en Baby It’s You. I Need The Night tiene un aire cinematográfico, antes de que nos sumerjamos en la oscuridad y el misterio del último tema, llamado simplemente America, una balada melancólica en la que Hannah habla de ese “sueño (americano) que no significaba nada para ella”. Californian Soil es un gran álbum y un nuevo éxito bien merecido para London Grammar. © Yan Céh/Qobuz

El tercer álbum del trío inglés de Nottingham se abre como una película, con esa ligera Intro acompañada de violines... Luego entramos en materia: el segundo tema, Californian Soil, es también el título de este nuevo trabajo de London Grammar. La voz de Hannah Reid nunca ha sido tan convincente y calibrada, fría y ardiente al mismo tiempo. Los violines siguen tocando imperiosamente. El único elemento que nos ayuda a situar el tema en el presente es el ritmo electrónico, una especie de reminiscencia downtempo que puede recordar un poco al trip hop de los 90. El videoclip de Californian Soil se caracteriza por una estética bastante oscura, con escenas ambientadas en una playa que recuerdan a las fotografías de los años 70 de David Hamilton y que dan al escenario una connotación poética. El álbum continúa con Missing, un tema en el que la virtuosa voz de Hannnah Reid está omnipresente, amplificada por ecos que recuerdan a los coros de gospel. Al describir el álbum, la cantante explica que algunos de los temas clave son el feminismo y la celebridad. Dice: “El tema central de este disco es poder tomar las riendas de tu vida. A veces soñamos que el éxito puede ser grande, increíble. Entonces, cuando llega de verdad, lo experimentas en primera persona y te preguntas: - ¿Por qué no tengo el control de esto? ¿Por qué no se me permite ejercer el control sobre esto? ¿Hay alguna conexión, algo que tenga que ver con ser mujer? Y si es así, ¿qué puedo hacer para cambiarlo?” Hablando de éxito, se refiere al de su anterior disco, Truth Is a Beautiful Thing, publicado en 2017. Los doce temas que componen Californian Soil ven cómo Hannah se domina a sí misma en la banda, dominando los pensamientos que la atraviesan y su conexión con sentimientos más profundos, como demuestran la inquietante e intensa Lord It’s a Feeling y la más pop How Does It Feel. El pop indie de London Grammar también está surcado por elementos electrónicos, que le dan cierta singularidad, como en Baby It’s You. I Need The Night tiene un aire cinematográfico, antes de que nos sumerjamos en la oscuridad y el misterio del último tema, llamado simplemente America, una balada melancólica en la que Hannah habla de ese “sueño (americano) que no significaba nada para ella”. Californian Soil es un gran álbum y un nuevo éxito bien merecido para London Grammar. © Yan Céh/Qobuz

Elliott Smith's self-titled second album was his first for the Kill Rock Stars label and also his first major artistic statement. Its sound is fairly similar to that of Roman Candle -- it's mostly just Smith and his gently fingerpicked acoustic guitar, embellished a bit more often with drums, harmony vocals, and the odd additional instrument. The main difference here is that Smith's melodies and lyrics reveal their greater strength and substance with repeated listens. And make no mistake, the songs do require repeated listens -- not just because of Smith's often whispery, spiderweb-thin delivery, but also because of his deceptively angular melodies and chord progressions, which threaten to float away until the listener hears them enough to latch on and know where they're going. Smith is often compared to Paul Simon or the Beatles in their softer moments, but perhaps the best touchstone for this early sound is Nick Drake's even more minimalistic Pink Moon; while Smith's language is rawer and tougher than Drake's haunting poetics, his songs also deal with depression and loneliness, creating an almost uncomfortable intimacy with their bare-bones arrangements. The quiet prettiness of Smith's sound can make it easy to overlook the darker, edgier side of his songs -- many of Smith's embittered characters cope with their dysfunctional relationships or breakups through substance abuse, while some of the lyrics read more like angry, defiant punk rants when separated from the music. Smith would flesh out his sound with the albums to come, but Elliott Smith contains the blueprint for his later successes, and more importantly, it's a fully realized work itself. © Steve Huey /TiVo

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