En 2016, Mehdi Benjelloun estaba preparando su bachillerato cuando lanzó Sunset Lover, el preludio de lo que sería su álbum de debut, Presence. El éxito mundial de la canción impulsó al adolescente de Rouen a entrar en la gran centrifugadora de la industria musical, entre giras sin parar, solicitudes de los medios de comunicación y muchos apretones de manos…
Petit Biscuit salió de todo ello agotado, con una necesidad imperiosa de aislarse. Así que decidió irse solo, “para estar lejos de todo y de todos”, a uno de los lugares más remotos del planeta, Islandia, por dos meses. El viaje le dio tiempo para reflexionar sobre su segundo álbum y volar alto, y de ahí el título de su nuevo álbum, Parachute.
Mientras estaba en Islandia, recibió un mensaje en Instagram de Diplo, que le sugirió que se reuniera con él en Los Ángeles. Juntos, componen Pick Your Battles, un tema bastante “chill” comparado con lo que uno podría haber esperado de Diplo, un experto en ritmos que golpean fuerte. Petit Biscuit se sorprendió igualmente por el enfoque del americano, que, lejos de imponer su estilo, se ha adaptado más bien al universo del francés, prueba de que tiene un sonido muy identificado, esencial para una carrera exitosa en la música. Los nueve temas electro-pop de su nuevo álbum son tan brillantes como siempre, desde el EDM “light” de Gwana hasta el suave house de I Leave Again (junto al productor-cantante Shallou de Los Ángeles), suenan como un sol invernal. © Smaël Bouaici/Qobuz