Haydn : Concerti per Esterházy

Presentación del Álbum

Decir que el concierto constituye una de las formas de expresión favoritas de Haydn sería acaso excesivo, e incluso ridículo cuando compuso más de cien sinfonías, docenas de cuartetos, tríos, sonatas para piano, unas quince misas e igual número de óperas, y la serie de célebres oratorios… Sea como fuere encontramos en su catálogo tres conciertos para violín (los demás fueron perdidos o son apócrifos), dos para violonchelo (los demás… ídem), uno para trompa (los demás…), uno para trompeta (no hubo otros) y en el mejor de los casos unos diez para piano. Obras musicalmente fascinantes, pero con una exigencia virtuosa incluida entre lo moderado y lo bastante difícil. Claro que el Primer Concierto para violonchelo tiene páginas de gran dificultad, que incluyen un pasaje veloz en el extremo agudo del último movimiento, un verdadero fuego de artificio.
Notaremos también que la mayoría de los conciertos fueron escritos para Esterházy, en este caso para los primeros solistas de la orquesta de la corte: el Konzertmeister Luigi Tomasini y el primer violonchelo Joseph Weigl. Los acompañamientos orquestales ofrecen a los solistas unas magníficas alfombras: pensamos en el delicioso segundo movimiento del Concierto para violín en do mayor, con el sonido de laúd evocado por las cuerdas de la orquesta acompañando el violín solo, que se convierte en una suerte de serenata a la Don Giovanni. Ambos solistas Amandine Beyer (violín) y Marco Ceccato (violonchelo) son miembros del conjunto Gli Incogniti (Los desconocidos), una formación de geometría variable que toca sin director. Por tanto todos han de escucharse, una bella manera –y, desgraciadamente, no muy frecuente entre las orquestas– de hacer música. © SM/Qobuz

Detalles de la grabación original : Recorded January 2018, Théâtre Auditorium, Poitiers (France)