El género del jazz-fusión ha producido muchos discos de poco valor, pero afortunadamente también muchas obras maestras. Como este disco mítico grabado los días 2 y 3 de febrero de 1972 en Nueva York para el sello ECM, y que por fin se edita en calidad Hi-Res 24-Bit: bajo el nombre de Return to Forever, el pianista Chick Corea, que acababa de dejar la banda de Miles Davis, reunió al dios del bajo eléctrico Stanley Clarke, al infravalorado flautista y saxofonista Joe Farrell, pero también a la pareja brasileña de la cantante Flora Purim y su marido baterista y percusionista Airto Moreira. Este ligero “toque brasileño” es uno de los elementos más interesantes de esta fusión, que ofrece una alternativa a la propuesta claramente más rockera de Miles o la Mahavishnu Orchestra de John McLaughlin, en la misma época.
Chick Corea & The Return To Forever
All That Jazz Don KaartA los mandos de sus teclados eléctricos, Corea sigue apegado al marco melódico de sus composiciones. El misticismo ambiental, muy querido en la época, nunca se impone demasiado. Y esa incontinencia de notas que contaminaba tantos proyectos eléctricos de la época tampoco se encuentra aquí. En Crystal Silence, el solo de saxo de Farrell es una maravilla, y el suave y ligero solo de Corea es sublime. Stanley Clarke, al que sus detractores han tachado a veces de “animal de circo”, también resulta aquí sutil como nunca, y su actuación en Sometime Ago - La Fiesta es una de las intervenciones más conmovedoras del álbum. Al final, Return to Forever está considerado quizás como uno de los mejores álbumes de jazz-fusión porque barre con los clichés. Después, el éxito de público de la banda, a pesar de ser una formación que cambiaba muy a menudo, resultó colosal (le siguieron seis álbumes de estudio en cinco años), probablemente por su fórmula mucho más “rockera”, en realidad bastante diferente a este primer capítulo...
