Max Richter | Qobuz Interview
QobuzRevisitar a Vivaldi, firmar la banda sonora de una película de Hollywood o independiente, componer en la tradición minimalista de Philip Glass o Arvo Pärt, producir un disco de folk o drum & bass y mil cosas más: Max Richter es uno de los raros músicos contemporáneos que hace slalom entre géneros y proyectos sin perder nunca su alma. Mejor aún, incluso la perfecciona... Activo desde finales de los años 80, el músico germano-británico nacido en 1966 ancla regularmente su obra en la realidad y los males de su tiempo. Tras los atentados terroristas de 2005 en Londres en Infra (2010), la guerra de Irak en The Blue Notebooks (2003) y los conflictos de Kosovo en Memoryhouse (2002), sitúa la crisis migratoria en el centro de Exiles, un magnífico álbum publicado en el verano de 2021. Este compromiso se combina con un enfoque formal original. Exiles reúne diferentes materiales, desde música de ballet hasta versiones orquestales de antiguas obras de cámara emblemáticas de su catálogo. Grabado con la Baltic Sea Philharmonic dirigida por Kristjan Järvi, estas músicas aparentemente heterogéneas consiguen formar un todo. Una entidad que refleja la fuerte personalidad de este actor clave en la escena neoclásica contemporánea, una etiqueta que nunca deja de ser debatida. Exiles es un objeto discográfico fascinante. Una obra que combina más que nunca sofisticación, sencillez y belleza, de la que Max Richter habla en una entrevista exclusiva para Qobuz.
