El ADN de la música de Lucinda Williams siempre ha contenido mucho rock al estilo Tom Petty. Así que no es nada ilógico que la reina de la americana dedique un álbum entero al repertorio de este artista que nos dejó en 2017 y que habría soplado sus 70 velas el mismo mes en que se publicó este tributo. Celebrando la herencia sureña compartida por el autor y la intérprete, Runnin’ Down a Dream: A Tribute to Tom Petty también sirve de inauguración a Lu’s Jukebox, una serie de conciertos en estudio transmitidos en livestream, y cuya recaudación se dona a varios clubes y salas de conciertos cerrados debido a la pandemia. En cuanto al contenido del álbum, Lucinda Williams recorre toda la carrera de Petty, recogiendo álbumes tan diversos como Southern Accents, Damn the Torpedoes, Full Moon Fever, Wildflowers, Echo y Highway Companion.
Ella aborda sus relecturas de una forma frontal y cruda. La producción nerviosa y sin condimentos de Ray Kennedy le da al disco un vigor que a veces faltaba en algunas versiones de estudio de las canciones de Tom Petty. Como ese Runnin’ Down a Dream y su ritmo uppercut, lanzado como un coche eléctrico a 200 km/h. Con su famosa e inimitable voz sin red, Lucinda Williams se apropia de todas estas canciones y las lleva por senderos llenos de baches pero muy iluminadores. © Marc Zisman/Qobuz
