En ocasiones basta un solo tema para hacer inolvidable un álbum o una banda sonora. Es lo que sucede en esta duodécima colaboración entre el compositor Patrick Doyle y el realizador Kenneth Branagh (Morir todavía, Mucho ruido y pocas nueces, La huella) con esa pieza de diez minutos titulada Justice, que pone fin a esta nueva adaptación de la popular novela de Agatha Christie, protagonizada por un impresionante plantel de estrellas (Penélope Cruz, Willem Dafoe, Michelle Pfeiffer, Johnny Depp). Las aventuras de Hercules Poirot (encarnado aquí por el propio Branagh) terminan con la resolución del crimen.
Aquí, las deducciones de precisión matemática elaboradas por Poirot se combinan con unos flashbacks que muestran la locura asesina de Johnny Depp, funcionando la dulzura casi obsesiva de los arpegios pianísticos de Doyle como contrapunto, al mismo tiempo sorprendente y emocionante, de las imágenes. Al margen de esta proeza musical, el compositor ha optado por unas sonoridades más impresionistas, a cargo de un piano altamente evocador de Ravel, como las del momento en que el detective se encamina serenamente al Nilo, donde le aguarda un nuevo caso.
Pero además de estos dos sugestivos temas la música de Asesinato en el Orient Express cumple con todas las especificaciones del thriller clásico mediante soluciones, si se quiere, tradicionales, aunque siempre eficaces, como demuestra el tema principal a la vez enfebrecido y volátil asociado a este «tren de la muerte» (The Orient Express), o también los numerosos pasajes donde Doyle apuesta por lo misterioso y siniestro (Touch Nothing Else, Twelve Stab Wounds). El score acaba con una pequeña curiosidad, Never Forget, que sirve para que Michelle Pfeiffer se apodere del micro para ofrecernos con innegable pasión el tema titulado Justice.
Patrick Doyle | Murder on the Orient Express World Premiere Interview
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