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Colombia es uno de los países en los que están pasando las cosas más interesantes de la música de nuestro tiempo. No hay otro lugar en el mundo donde se puedan escuchar los sonidos que resuenan en los barrios alternativos de Bogotá, en las comunas de Medellín, en las selvas del Chocó o en los picós costeños de Barranquilla. La explicación es que no existe otro país tan diverso, en el cual la tradición del Caribe dialoga con la cultura afro del Pacífico, los Andes se pierden hasta alcanzar el Amazonas y que alberga selvas, páramos, desiertos, las praderas de los Llanos...

También denominada folk, música étnica o popular, la música tradicional expresa el tejido sonoro y la identidad de los pueblos a través de los elementos nativos que dan forma a la cultura que los diferencia. Enraizada en el idioma, los instrumentos autóctonos y los sones y bailes cuya memoria nos traslada a los ritos y celebraciones antiguas, es una música que ha mantenido su vigencia más allá de la modernidad y la globalización. Iniciamos un viaje por el litoral del norte de España en busca de los sonidos que forman parte de la identidad de su gente.

Álbum clave en la discografía de Pink Floyd, The Dark Side Of The Moon es el fruto de una elaboración relativamente lenta que se remonta prácticamente a 1968. A Saucerful Of Secrets (la canción principal del álbum del mismo nombre) fue, para Nick Mason, el punto de partida. Un tiempo más tarde, Ummagumma permitió la expresión de unas personalidades que se tendrían que amalgamar para conseguir el éxito. Pink Floyd continuó su búsqueda del disco ideal con Meddle, en el que la banda acentuó su dominio del trabajo en estudio, y Atom Heart Mother, antes de alcanzar el nirvana con The Dark Side Of The Moon, cuya perfección aún no ha sido nunca erosionada.