El baterista de los Rolling Stones deja para siempre las baquetas a los 80 años...

Era el extraterrestre de la banda, y sin él los Rolling Stones nunca habrían sido los Rolling Stones. Un Stones diferente. Como en la mítica portada del disco en directo de 1970, Get Yer Ya-Ya’s Out! donde aparece solo, guitarra en mano, con el sombrero del Tío Sam, junto a un burro que lleva su batería... Charlie Watts, fallecido el 24 de agosto de 2021, fue quizás un error de casting. O más bien la gracia salvadora, incluso el toque ligero, de la banda de rock’n’roll más famosa del mundo. Su pasión visceral por el jazz, su reivindicado dandismo, su total discreción, su legendaria calma, su humor inexpresivo, su impecable swing y su fina y justa aproximación a la batería iban en contra de todos los tópicos de desenfreno y exceso que transmitía el tándem Jagger/Richards. Pero como dijo su guitarrista Ron Wood, “Charlie es el motor. Y sin motor, no vas a ninguna parte.”  

Rolling Stones - Rocks Off (1972)

videodrumz

  Imperturbable tras su batería, no sólo era el latido de los Stones, sino también a quien todo el mundo se dirigía durante los conciertos, como para comprobar que el corazón de la central nuclear funcionaba a la velocidad adecuada. La calma en medio de la tormenta, por así decirlo. Y, sobre todo, todo lo contrario de los grandes bateristas extravagantes de su generación, como Keith Moon de The Who o John Bonham de Led Zeppelin, que se mostraban siempre inquietos tras sus baterías XXL, mientras que él se mantenía fiel a los kits sencillos y de pequeño tamaño.  

Happy Birthday Charlie Watts!

The Rolling Stones

  El jazz, pues. Es imposible escribir el nombre Charlie Watts sin añadir estas cuatro letras. Nacido el 2 de junio de 1941 en Wembley, Middlesex, se enamoró del jazz desde muy joven, hasta el punto de que apenas escuchaba música rock. A finales de los cincuenta, todo el mundo soñaba con ser Elvis. Pero Charlie se veía a sí mismo como el nuevo Kenny Clarke, su ídolo, el mítico baterista del pianista Bud Powell, en particular. Compra todo lo que sale, lee religiosamente la revista mensual estadounidense Downbeats y sólo va a conciertos de jazz. Sin embargo, consciente, como admitió, de sus limitaciones técnicas y de su modesto virtuosismo, se orientó hacia una música más binaria. Al principio tocaba rhythm’n’blues en los clubes de Londres. Luego, a partir de 1962 y durante casi seis décadas, tocó rock’n’roll con los Rolling Stones. Pero Charlie Watts siempre recordó su primera pasión. Como en 1965, cuando escribió un librito sobre Charlie Parker (Ode to a High Flying Bird) y, sobre todo, desde los años ochenta hasta 2017, cuando publicó una docena de discos en solitario, principalmente en big band o quinteto, exclusivamente de jazz...  

Charlie Watts - Boogie-Woogie

ohheckforgotusername

  A veces nos olvidamos de escuchar las aportaciones de Charlie Watts, demasiado centrados en diseccionar las letras de Mick o los riffs de Keith. Sin embargo, era imprescindible. En Jigsaw Puzzle, en Rocks Off o en cualquier otra canción de los Rolling Stones. Cuenta la leyenda que un día, cuando Jagger dijo que era “su batería”, Charlie reaccionó y le dijo: “No, tú eres mi cantante.” © Marc Zisman/Qobuz