Los que siguen de cerca la escena londinense contemporánea conocen muy bien este nombre. Pero Kokoroko tuvo el sentido común de no precipitarse y de tomarse su tiempo antes de grabar su primer álbum. Muchos descubrieron al colectivo, lanzado por la trompetista Sheila Maurice-Grey y el percusionista Onome Edgeworth, con el genial y exitoso Abusey Junction, que cerraba We Out Here (¡un disco Qobuzissime!), un magnífico recopilatorio de 2018 que servía de manifiesto de la citada escena efervescente de la capital británica.
KOKOROKO | Rhythm Section with Beefeater
Boiler RoomKokoroko ha desarrollado una hoja de ruta desde su nacimiento, en torno a 2014. Y si traer el afrobeat al siglo actual era su objetivo inicial, el cúmulo estilístico que mezcla el jazz, el funk, la música caribeña, el dub, el soul y la psicodelia se ha impuesto rápidamente. Con un pie en el continente africano (sobre todo en Nigeria y Ghana) y otro en el Londres multicultural, Kokoroko potencia sus composiciones apoyándolas en una sección rítmica muy sólida en torno a la cual gravitan un groove hipnótico, melodías bastante sutiles, metales a menudo en ebullición y, cuando es necesario, bellas armonías vocales. Publicado en el sello de Gilles Peterson, Brownswood Recordings, Could We Be More está lleno de esta diversidad de texturas percusivas, sonidos y virtuosismo instrumental. El enfoque es colectivo, la efervescencia es constante y el disco ha sido concebido como un verdadero álbum, no como una sucesión de atmósferas.
Kokoroko | We Out Here: Online & On Air | August
We Out Here FestivalAl final, esta larga espera y el cuidado puesto en la realización de la obra dan como resultado una verdadera ambición formal, al igual que existe la voluntad de reflejar una época, un estado del mundo y lo que piensan sus protagonistas a lo largo de los 76 minutos de Could We Be More. En este sentido, Kokoroko no se conforma con transmitir el legado de los antiguos, se llamen Fela Kuti, Earth Wind & Fire o Jazz Warriors, sino que escribe la secuela para definir el futuro. Como decía Ornette Coleman: ¡el mañana es la cuestión!
