El blues siempre ha sido el caldo de cultivo de la música de Ben Harper. Desde su clásico inaugural Welcome To The Cruel World en 1994, lo ha enriquecido a lo largo de quince álbumes con influencias de rock, folk, soul y gospel. Pero el decimosexto trabajo que ha publicado, Bloodline Maintenance, es diferente. Grabado por el cantante y guitarrista californiano sin su banda de blues-rock, los Innocent Criminals, aparece como un gran y bello giro soul en su discografía.
Ben Harper & The Innocent Criminals - Below Sea Level (Hollywood Bowl 2022 Soundcheck)
Ben HarperBen Harper parece haber ideado este álbum después de escuchar un best-of de clásicos del soul, como Sam Cooke, Otis Redding, Curtis Mayfield y, por supuesto, Marvin Gaye. En varias ocasiones, las reminiscencias de What's Going On se cuelan en las canciones de Bloodline Maintenance, o más bien las inspiran. Armonías, un riff de guitarra que baila o un saxofón que llora, una forma tan sutil y sensual de cantar sobre la angustia.
Pero Bloodline Maintenance no es una baratija de falsificador como tantas otras. El sabio Ben Harper sabe que cuando se trata de música soul, nada es mejor que los originales. Canta soul a su manera, con su experiencia, sus temas (racismo, ecología...) y sus instrumentos de bluesman que suenan más bien acústicos y rústicos. Sin el derroche de la Motown, Ben Harper reinventa una música soul doméstica, sobria, parca en efectos, perfecta para la época. Desde el primer tema a capela, enraizado en la tradición gospel, hasta el último, Maybe I Can't, una magnífica melodía libre de toda influencia, Ben Harper firma aquí uno de sus mejores discos, en el que consigue renovarse sin renegar nunca de sí mismo.
