Una respuesta breve y sencilla podría ser que “escuchar con auriculares es algo serio” y no solo la consecuencia de una limitación, por ejemplo, vivir con la familia y los vecinos, como se entendía hasta hace poco la escucha con auriculares. Porque escuchar con auriculares es mucho más...

Empecemos por una consideración a la vez obvia y básica, sobre todo desde que la infraestructura necesaria para la reproducción musical ha evolucionado: con los auriculares se puede escuchar lo que se quiera, cuando se quiera y donde se quiera. Esto también era así en parte en el pasado (véase el éxito del Walkman); la novedad de los últimos años es que ahora es posible disfrutar de la misma calidad de reproducción (y de una riqueza musical casi infinita) no solo en el propio hogar, sino en cualquier lugar donde se disponga de conexión a Internet a través de lo que se ha llegado a ser una verdadera herramienta multimedia, el smartphone. La combinación, por utilizar un término muy en boga últimamente, entre el smartphone y una plataforma de servicios musicales ha creado este unicum al que se añade, en el caso de Qobuz (y esta es una de las razones por las que la revista que dirijo, SUONO, la eligió como socio) el hecho de que estos servicios, es decir, la música, se ofrezcan por una plataforma de servicios musicales con la mejor calidad posible y sin modificar el master original proporcionado por la discográfica, lo que añade un elemento de mayor calidad más a la escucha con auriculares: en esta modalidad se puede escuchar igual de bien que en casa, pero gastando mucho menos, hasta el punto de que se puede montar más de un equipo en virtud de los precios más bajos de la cadena utilizada para ello en comparación con los sistemas equivalentes de tipo tradicional.

Una condición que, por un lado, permite ampliar la parte lúdica que caracteriza el montaje de una cadena de reproducción (el resultado será fruto de la habilidad con la que se interconectarán los objetos que forman parte de esta cadena en función de los objetivos fijados) y, por otro, elude gracias a una especie de sastrería en la que se tiene la suerte de poder permitirse varios tipos de “vestido”, la limitación constituida por una especie de manta corta que caracteriza a casi cualquier producto (con excepción de los excepcionalmente caros y de alta calidad que tienen el deber de poder hacerlo todo - ¡pero incluso en este caso lo hacen con una estética sonora diferente! ) ofreciendo una multiplicidad de soluciones que, si se eligen sabiamente, pueden responder a todos los deseos.

Siguiendo con la comparación de la ropa, una noche elegante con un smoking, una informal deportiva...

Porque yendo al grano, la experiencia de más de cuarenta años de compromiso con la reproducción sonora me ha enseñado que no existe una solución absoluta en términos de rendimiento sonoro, sino la que mejor se adapta a cada ocasión diferente. En el caso de los auriculares, hay varias ocasiones y, al mismo tiempo, varias condiciones: escuchar en movimiento, escuchar en segundo plano, escuchar con plena atención. Otra variable son nuestros oídos (y, añadiría yo, nuestras necesidades y costumbres) que son como gotas de agua, ¡no hay dos iguales! Por lo tanto, tenemos los elementos para montar un rompecabezas extraordinario... Nada demasiado complicado, por supuesto, incluido el hecho de que si prefiere navegar en la superficie en lugar de en las profundidades, todavía puede salir con poco esfuerzo, tanto económicamente como en la búsqueda de las soluciones más adecuadas, entendiendo que la combinación de “smartphone + auriculares suministrados” ya es capaz de proporcionar respuestas decentes a sus deseos musicales (la música se puede escuchar durante mucho tiempo antes de que aparezca la llamada fatiga auditiva) y la aplicación Qobuz hace su parte para permitirle sondear los horizontes.

Un paso adicional consiste en mejorar la calidad de los auriculares suministrados (por lo general, unos auriculares de baja calidad) mediante el uso de unos mejores, también Bluetooth o, a través de un adaptador con cable. Mientras que la primera solución prevalece en términos de logística, los auriculares con cable, ya sea como solución consolidada o porque son menos complicados en términos de circuitos, prevalecen en términos de relación Q/P. Elegir entre estos últimos significa poder recurrir a una oferta prácticamente ilimitada en términos de género, peso y precio.

Salvo que haya quien no encuentre ningún impedimento en trotar con un mastodóntico auricular cerrado en la cabeza, con notables estorbos (cable, peso, dimensiones de los cascos), en un equilibrio que evidentemente le satisface tanto como a quien utiliza un in-ear de gama alta pero, en cualquier caso, con el objetivo de disfrutar de una experiencia sonora al más alto nivel también porque conviene recordar que el streaming Qobuz se ofrece en alta resolución o, como mucho, en calidad CD; evidentemente estamos pasando de una condición portátil a una transportable.

Perdiendo la dote de la portabilidad en favor, a lo sumo, de la de la transportabilidad y sometiéndonos a una restricción más (el imperativo es disponer de una toma de corriente eléctrica) damos un salto cualitativo más y entramos en una nueva dimensión de la escucha, la estacionaria: en conjunción con el escritorio y el ordenador o en total autonomía (y soledad) en el lugar reservado para tu descanso, un lugar que también puede variar, dado que lo que necesitas (una fuente, un sistema de amplificación de la señal -no necesariamente separados entre sí- los auriculares) pueden pesar en total algo más de 1 Kg!

Me detengo en algunos aspectos puramente logísticos porque, sobre todo en un entorno doméstico, algunos condicionantes irresolubles (vecinos, familiares, horarios de escucha, falta de espacio) pueden ser las razones que motiven la elección, a la que podemos añadir otros elementos nada desdeñables: una cadena de reproducción de este tipo es, en cualquier caso, un sistema transportable que garantiza poder disfrutar de la misma calidad de reproducción no solo en el propio hogar, sino en cualquier lugar en el que se disponga de una conexión a la red eléctrica y a Internet, ya que se puede aprovechar la posibilidad de escuchar off-line una selección musical elegida en presencia de una conexión a Internet.

Otro gran punto fuerte de la escucha con auriculares es la posibilidad de montar varios conjuntos gracias a los precios más bajos del sistema de auriculares en comparación con el equivalente de alta fidelidad tradicional, un elemento que se vuelve significativo una vez atrapado por el juego ascendente (de la calidad que se obtiene) y por esa parte lúdica pero altamente eficaz que es la pericia con la que interconectar los objetos que forman parte de esta cadena, descubrirá que no existe un punto de llegada absoluto sino una representación polifacética del mismo, ya sea por gusto personal, ya sea por la lógica de la manta corta, que se vuelve menos corta... ¡si las mantas son más de una!

Al igual que en la alta fidelidad tradicional, ni siquiera las largas diatribas pueden establecer cuál de los auriculares dinámicos y cuáles de los electrostáticos es mejor; afortunadamente, no hay que elegir, ¡porque se pueden tener los dos!

Muchos audiófilos tienen sistemas mixtos, con altavoces especialmente propensos a reproducir un género por encima de otro. Con los auriculares, esto no es solo posible desde un punto de vista económico, sino también práctico, ya que los distintos sistemas no se influyen mutuamente, como ocurre con varios altavoces colocados en la misma habitación.

Se podría discutir largo y tendido sobre este tema, lo cual no es el objetivo de este artículo, que en cambio pretende estimular una apertura de miras en la perspectiva correcta de esa combinación que es la unión de Qobuz y un sistema de reproducción musical, orientando la elección hacia la solución de auriculares, que ofrece un recurso más: ¡con los auriculares es posible apreciar ciertos detalles desconocidos de la grabación y que, imaginamos que, a través de un sistema “modesto” (entendido como precio equivalente) habrían permanecido ocultos durante mucho tiempo! Porque si antaño se consideraba que escuchar con auriculares, sobre todo en casa, era consecuencia de una limitación más que de una elección, hoy este modo de disfrute musical compite con el tradicional desde todos los puntos de vista, incluso el de la mayor calidad alcanzable.

Porque, como titulamos, en la “Guía de escucha de auriculares” (una publicación única en el panorama italiano que incluye artículos preparatorios, pruebas y una revisión de los productos en el mercado) “la escucha de auriculares es un asunto serio”.

Así que, al concluir este artículo, solo queda añadir una pequeña guía minimalista de productos: en un universo que, limitándose a los productos definidos como de alta fidelidad, cuenta con al menos 500 auriculares y 300 amplificadores de auriculares, los elegidos son evidentemente fruto de la experiencia y los gustos de quien escribe. Dentro del vasto universo de productos presentes en el mercado italiano hay sin duda algunos igual de buenos, pero los indicados son en general mejores que la media en términos de construcción, fiabilidad, respuesta técnica y escucha, en cada uno o en parte de estos parámetros, a los que se añaden elementos como la fiabilidad, el servicio posventa, la garantía y su aplicación....

Sennheiser IE 200
Sennheiser IE 200

Sennheiser IE 200

Se trata de unos auriculares de gama media-alta que pueden ofrecer un excelente rendimiento y todas las ventajas de unos auriculares ligeros si la morfología del pabellón auditivo del oyente se adapta mejor a su forma (por eso es imprescindible, como con cualquier otro auricular, probarlos antes de comprarlos). Precio: Europa 150,00 €, Otras divisas: consultar disponibilidad en https://es-mx.sennheiser.com/ | https://es-cl.sennheiser.com/

Meze 99 Neo
Meze 99 Neo

Meze 99 Neo

Una verdadera obra maestra en términos de relación calidad-precio, pero también un auricular que es un placer llevar (los auriculares son de madera). Se trata del modelo de debut de este fabricante rumano que, en cierto modo, ha dado un vuelco al equilibrio del mercado en el sector de los auriculares. Precio: Europa 199,00 €, Otras divisas: consultar disponibilidad en https://mezeaudio.com/pages/dealers

Grado Prestige SR80x
Grado Prestige SR80x

Grado Prestige SR80x

El legado de la tradición: Grado es uno de los fabricantes de auriculares más antiguos del mercado. Con sede en Nueva York, es un fabricante que ha sabido combinar, tanto en el aspecto como en las prestaciones, la dimensión artesanal e industrial de sus productos, así como una equilibrada relación coste-beneficio.
Precio: Europa 213,00 €, Otras divisas: consultar disponibilidad en https://gradolabs.com/company/where-to-buy

Edifier Stax Spirit S3
Edifier Stax Spirit S3

Edifier Stax Spirit S3

... ¡y hágase un bonito regalo! Está fabricado por la empresa que se hizo cargo de Stax y está dedicado a la famosa marca por su calidad y una dimensión de escucha que hace historia por sí misma. Utiliza un altavoz magneto-planar y se ofrece a un coste particularmente competitivo en relación con la solución adoptada.
Precio: Europa 350,00 €, Otras divisas: consultar disponibilidad en https://www.edifier.com/global/global/regional-distributors


- Paolo Corciulo - Director Editorial SUONO