En 1982, con «Thriller», el disco más vendido de todos los tiempos, Michael Jackson rompió las fronteras entre estilos, razas y público. De alguna manera, se convirtió en el primer y último disco transgénero... Pero especialmente fue un álbum que transformó totalmente la industria de la música popular del siglo XX.

Al igual que su inverosímil vida, la muerte de Michael Jackson el 25 de junio de 2009, pocos días antes de su regreso al escenario rodeado de misterios e incertidumbres, fue tan inesperada como inevitable. Michael Jackson no era el artista de un género, sino un género en sí mismo. Un poco de pop, un poco de soul, un poco de rock, un poco de disco y un poco de funk, encarnando el cliché de un Jekyll & Hyde, un showman con un lado oculto, prisionero de los demonios de la soledad y siempre exhibiendo un gesto de implacable malestar. En la cumbre del misterio Michael todavía sigue reinando la misma obra: Thriller. Un disco que ha batido todos los récords (¡66 millones de copias! ¡El álbum más vendido de todos los tiempos!), también es el primero en ser indisociable de su vídeo clip. Con Thriller, que apareció el 30 de noviembre de 1982 y se posicionó en la cima de las listas de éxitos de USA el 26 de febrero de 1983, la estrella se convirtió en una super-estrella irreal y la música pop nunca volvería a será lo mismo... A principios de los años 80, la música disco, que reinaba desde unos años antes y en la que encuadró su groovy Off The Wall (1979), empieza a resultar un poco pasada. De ahí su deseo de encontrar otro sonido. Otra identidad musical. Pero también encontrar otro público. Todos los públicos. Tanto negro como blanco. De esta manera, Thriller será el primer disco adorado por todo el planeta. E incluso más allá...

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