La Revancha del tango

Presentación del Álbum

En 1998, tras el relativo fracaso del proyecto Boys From Brasil, configurado alrededor del antiguo cantante de Les Etoiles, Rolando Faria, los productores Philippe Cohen Solal y Christophe H. Muller contactaron con el argentino Eduardo Makaroff. De este modo se adentraron por un terreno propicio al mestizaje, el del tango, al que unieron la música electrónica. El proyecto se orientaría inicialmente al underground y las pistas de baile, pero tras comprobar el entusiasmo con que pinchaban sus primeros maxis los DJ’s más enterados de Europa, decidieron saltar de pantalla y grabar un álbum en su propio sello, ¡Ya Basta! Makaroff, que había llegado a Francia en 1990 y que dirigió la orquesta de baile del club la Coupole, conocía a fondo a la comunidad musical argentina de París. Así, no necesitó mucho esfuerzo para convencer al antiguo colaborador de Astor Piazzolla, el pianista Gustavo Beytelmann, al contrabajista Fabrizio Fenoglietto y al bandeonista Nini Flores, de que se unieran a ellos, reclutando de paso a la cantante española Cristina Vilallonga y a la violinista danesa Line Kruse. El repertorio estaba conformado por piezas originales y clásicos un tanto oscuros. Como por ejemplo, versiones del tema de Gato Barbieri para el film El último tango en París o de Vuelvo Al Sur, de Piazzolla y Fernando E. Solanas, sin olvidar esa inesperada y muy interesante relectura de Chunga’s Revenge de Frank Zappa, en la que Makaroff repetía sin cesar el título del álbum. El sonido, un cóctel de dub de altos vuelos, electrónica mid-tempo y orquestaciones acústicas de lo más elegante, aplica una pátina de juventud a estilos como el chamamé, la milonga y el tango, recurriendo a efectivos tratamientos electrónicos. Cuando La Revanche du Tango apareció en 2001 supuso todo un bombazo. La música de Gotan Project triunfó en todas partes, y su éxito se prolongó en los escenarios gracias, en especial, a un original y potente envoltorio visual. En Argentina, donde el disco fue pirateado antes de su publicación oficial, fueron muchos los que intentaron llevar a cabo la misma jugada, sin obtener en ningún caso tal impacto. © BM/Qobuz