Streaming ilimitado
Escuche este álbum ahora en alta calidad en nuestras apps
Comenzar mi periodo de prueba gratis y escuchar este álbumDisfrute de este álbum en las apps Qobuz con sususcripción
SuscribirDisfrute de este álbum en las apps Qobuz con sususcripción
Ghetto: Misfortune’s Wealth no cosechó grandes elogios en el momento de su aparición, en 1973. «The pain grows deeper in the ghetto», a cargo de una voz que reverbera entre el decorado elaborado por una sencilla melodía pianística, abre este auténtico disco de culto, no demasiado conocido, del sello Stax. La cantante es Kathleen Kent, y formaba parte de The 24-Carat Black, colectivo de 25 músicos impulsado por Dale Warren. Ubicados en Cincinnati, estos adolescentes anteriormente integrantes del conjunto soul The Ditalians eran amantes de las letras ligeras, de la transparencia sonora y de los sentimientos positivos, un poco al modo de Diana Ross y de otros brebajes energéticos escanciados vía ondas radiofónicas por la Motown. ¿Qué vería Warren en el grupo? Él, que había abandonado enseguida las filas de la Motown, por entonces en su etapa inicial, para pasarse a Stax y realizar los arreglos orquestales de los discos, por ejemplo, de Isaac Hayes (Hot Buttered Soul, The Isaac Hayes Movement). Sin drmasiada experiencia, a estos chicos de Ohio les costó al principio entender el proyecto concebido por Warren, que iría tomando forma con los meses. El contexto: una América donde la aflicción era, como ahora, moneda corriente para una comunidad afroamericana que vio como el pacifismo quedaba sepultado por la dialéctica incendiaria de Malcolm X para pasar, poco después, a la afirmación de la identidad negra, con el festival Wattstax como punto álgido. «I am black, I am proud, I am beautiful, I must be respected», proclamaba Jesse Jackson en el escenario del Woodstock negro tras escuchar la Salvation Symphony de Warren. Con Ghetto: Misfortune’s Wealth, el director de orquesta daba altavoz musical a esas palabras.
Solemne gravedad, apuesta por la sofisticación y una sucesión de arreglos funky elaborados con precisión de orfebre, el disco forma parte de esa categoría musical denominada «álbum conceptual». Con la vista puesta sin duda en las formas exploradas por el rock progresivo, estos ocho temas audamente divididos en capítulos subrayan las raíces blues y gospel de la música negra a lo largo de sus 55 minutos. Synopsis One supone una especie de monólogo descarnado sobre las cuitas raciales, a cargo de Kathleen Kent (In The Ghetto), pudiéndose escuchar a continuación las plegarias gospel de Princess Hearn en God Save The World. Después, Hearn se une a Ernest Latimore en Poverty's Paradise, exquisito réquiem negro de más de doce minutos de duración, mientras Valerie Malone nos entrega dos temas de elevado refinamiento sonoro, Mother's Day y Ghetto: Misfortune’s Wealth. Y aunque las partituras estaban terminadas antes incluso de llegar al estudio, Brown-Baggin’ y 24-Carat Black proceden de potentes jam-sessions, responsabilizándose por completo Warren de Foodstamps. El álbum demuestra una densidad poco habitual, y las canciones se benefician de la frescura y juventud de The Carat-Black, puesto que Hearn, Malone y el organista Billy Talbert ni siquiera habían cumplido quince años cuando comenzaron a colaborar en el proyecto. Tras seis meses de ensayos extenuantes, esencialmente nocturnos, bastó con una sesión de doce horas para grabar todo el material, a excepción de las voces, que hubieron de repetirse. Un año después, The 24-Carat Black se separará tras conquistar al público del Holiday Inn de Memphis, dando lugar a la fundación del grupo Shotgun y, también, al alcoholismo de Warren. Y, en su descenso a los infiernos, este aún tendría tiempo de ver cómo su obra alcanzaba carácter de culto por parte de los músicos más avisados. Reconocimiento que le sería también dispensado por los adalides del hip-hop, sampleándola sin complejos diggers del calibre de Digable Panets, Jay-Z, Nas, RZA o Madlib. © Charlotte Saintoin/Qobuz
Más informaciónEstá escuchando muestras.
Escuche más de 100 millones de pistas con un plan de streaming ilimitado.
Escuche esta playlist y más de 100 millones de pistas con nuestros planes de streaming ilimitado.
Desde $ 4.259,00/mes
Dale Warren, Producer, ComposerLyricist - The 24-Carat Black, MainArtist, ComposerLyricist - Bonnie J. Warren, ComposerLyricist
℗ 2017 Concord Music Group, Inc.
Dale Warren, Producer, ComposerLyricist - The 24-Carat Black, MainArtist, ComposerLyricist
℗ 2017 Concord Music Group, Inc.
Dale Warren, Producer, ComposerLyricist - The 24-Carat Black, MainArtist, ComposerLyricist
℗ 2017 Concord Music Group, Inc.
Dale Warren, Producer, ComposerLyricist - The 24-Carat Black, MainArtist, ComposerLyricist
℗ 2017 Concord Music Group, Inc.
Dale Warren, Producer, ComposerLyricist - The 24-Carat Black, MainArtist, ComposerLyricist
℗ 2017 Concord Music Group, Inc.
Dale Warren, Producer, ComposerLyricist - The 24-Carat Black, MainArtist, ComposerLyricist
℗ 2017 Concord Music Group, Inc.
Dale Warren, Producer, ComposerLyricist - The 24-Carat Black, MainArtist
℗ 2017 Concord Music Group, Inc.
Dale Warren, Composer, Producer - The 24-Carat Black, Composer, MainArtist
℗ 2017 Concord Music Group, Inc.
Presentación del Álbum
Ghetto: Misfortune’s Wealth no cosechó grandes elogios en el momento de su aparición, en 1973. «The pain grows deeper in the ghetto», a cargo de una voz que reverbera entre el decorado elaborado por una sencilla melodía pianística, abre este auténtico disco de culto, no demasiado conocido, del sello Stax. La cantante es Kathleen Kent, y formaba parte de The 24-Carat Black, colectivo de 25 músicos impulsado por Dale Warren. Ubicados en Cincinnati, estos adolescentes anteriormente integrantes del conjunto soul The Ditalians eran amantes de las letras ligeras, de la transparencia sonora y de los sentimientos positivos, un poco al modo de Diana Ross y de otros brebajes energéticos escanciados vía ondas radiofónicas por la Motown. ¿Qué vería Warren en el grupo? Él, que había abandonado enseguida las filas de la Motown, por entonces en su etapa inicial, para pasarse a Stax y realizar los arreglos orquestales de los discos, por ejemplo, de Isaac Hayes (Hot Buttered Soul, The Isaac Hayes Movement). Sin drmasiada experiencia, a estos chicos de Ohio les costó al principio entender el proyecto concebido por Warren, que iría tomando forma con los meses. El contexto: una América donde la aflicción era, como ahora, moneda corriente para una comunidad afroamericana que vio como el pacifismo quedaba sepultado por la dialéctica incendiaria de Malcolm X para pasar, poco después, a la afirmación de la identidad negra, con el festival Wattstax como punto álgido. «I am black, I am proud, I am beautiful, I must be respected», proclamaba Jesse Jackson en el escenario del Woodstock negro tras escuchar la Salvation Symphony de Warren. Con Ghetto: Misfortune’s Wealth, el director de orquesta daba altavoz musical a esas palabras.
Solemne gravedad, apuesta por la sofisticación y una sucesión de arreglos funky elaborados con precisión de orfebre, el disco forma parte de esa categoría musical denominada «álbum conceptual». Con la vista puesta sin duda en las formas exploradas por el rock progresivo, estos ocho temas audamente divididos en capítulos subrayan las raíces blues y gospel de la música negra a lo largo de sus 55 minutos. Synopsis One supone una especie de monólogo descarnado sobre las cuitas raciales, a cargo de Kathleen Kent (In The Ghetto), pudiéndose escuchar a continuación las plegarias gospel de Princess Hearn en God Save The World. Después, Hearn se une a Ernest Latimore en Poverty's Paradise, exquisito réquiem negro de más de doce minutos de duración, mientras Valerie Malone nos entrega dos temas de elevado refinamiento sonoro, Mother's Day y Ghetto: Misfortune’s Wealth. Y aunque las partituras estaban terminadas antes incluso de llegar al estudio, Brown-Baggin’ y 24-Carat Black proceden de potentes jam-sessions, responsabilizándose por completo Warren de Foodstamps. El álbum demuestra una densidad poco habitual, y las canciones se benefician de la frescura y juventud de The Carat-Black, puesto que Hearn, Malone y el organista Billy Talbert ni siquiera habían cumplido quince años cuando comenzaron a colaborar en el proyecto. Tras seis meses de ensayos extenuantes, esencialmente nocturnos, bastó con una sesión de doce horas para grabar todo el material, a excepción de las voces, que hubieron de repetirse. Un año después, The 24-Carat Black se separará tras conquistar al público del Holiday Inn de Memphis, dando lugar a la fundación del grupo Shotgun y, también, al alcoholismo de Warren. Y, en su descenso a los infiernos, este aún tendría tiempo de ver cómo su obra alcanzaba carácter de culto por parte de los músicos más avisados. Reconocimiento que le sería también dispensado por los adalides del hip-hop, sampleándola sin complejos diggers del calibre de Digable Panets, Jay-Z, Nas, RZA o Madlib. © Charlotte Saintoin/Qobuz
Acerca del álbum
- 1 disco(s) - 8 pista(s)
- Duración total: 00:57:24
- 1 Libreto digital
- Artistas principales: The 24-Carat Black
- Compositor: Various Composers
- Sello: Stax
- Género Soul/Funk/R&B Soul
© 2017 Concord Music Group, Inc. ℗ 2017 Concord Music Group, Inc.
Mejorar la información del álbum