Bisous

Presentación del Álbum

Desde hace muchos años Myth Syzer viene enriqueciendo el paisaje del rap francés con sus flamantes e innovadoras producciones para Hamza, Damso, Joke o su grupo Bon Gamin. Y, en paralelo, el beatmaker galo ha colaborado en diversos proyectos instrumentales, casi siempre de corte minimalista pero dotados de espíritu dance, como ese Cerebral EP con Ikaz Moi para el sello Bromance. En cada tema Myth Syzer nos relata una historia y transmite sus emociones sin artificio alguno, en la línea de uno de sus héroes, J Dilla.
Conociendo su característico eclecticismo, a nadie sorprenderá que nuestro versátil orfebre sonoro nos brinde un primer álbum en solitario de tonos sentimentales y románticos. Grabado tras una ruptura, Bisous supone un concentrado de todas las peripecias pasionales posibles entre dos personas. Y la nueva y más refrescante generación de voces, de Bonnie Banane a Aja, pasando por Oklou y Muddy Monk, desfila por este disco que Myth Syzer ha concebido para que brillen al máximo sus invitados, que encajan a la perfección en estos guiones sonoros que parecen escritos a medida. El resultado se antoja inclasificable, entre canción francesa años 80, el electro-funk más atmosférico y un hipnótico rap lo-fi, a imagen de Le Code, canción de melodía implacable. Y el productor se toma el lujo de contar con la mejor versión en los últimos años de un Doc Gynéco con reminiscencias a la Isabelle Adjani de Pull Marine, el álbum de la actriz que produjera el gran Serge Gainsbourg en 1983.
En este viaje tan fascinante como indefinible lo más sorprendente es el papel que se reserva el propio Myth Syzer, de voz consistente pero traviesa, como si el director orquestal quisiera transformar su batuta en un instrumento más, actuando a veces como solista y otras acentuando algún compás. Este espontáneo cometido abre novedosos horizontes a un artista por lo demás ya afianzado, cuyo presente trabajo, de tono algo azucarado, parece no representar sino una etapa dentro de un recorrido que habrá de llevarlo más lejos, como demuestra ese último corte con Roméo Elvis e Ichon, Ouais bébé, más duro, más frío. Y es que en su universo todo está en constante movimiento, incluso los códigos sonoros. Pero de momento nos deja un álbum único, a contrapelo, evocador de unas ardientes arenas playeras en agosto. © Aurélien Chapuis/Qobuz