Son de sobra conocidos algunos regresos poco convincentes de ilustres bandas que –por alguna razón desconocida– vuelven de entre los muertos después de quince años (o más) y pisotean inconscientemente su propia leyenda… Pero desactivemos el suspense de inmediato: The Symbol Remains no pertenece a esta categoría de álbumes. ¡Todo lo contrario! 19 años después de su último trabajo de estudio y fieles a su estilo, los Blue Öyster Cult alternan lo cálido y lo sombrío en un disco en el que los temas oscuros y heavy compiten con estribillos casi pop que podrían perfectamente pertenecer al repertorio de Billy Joel (y este no es el menor de los elogios). La hidra de dos cabezas que preside el destino de la banda permanece sin cambios: Eric Bloom (guitarra, voz) se encarga del “lado oscuro de la fuerza”, mientras que Donald “Buck Dharma” Roeser aporta un lado ligero y aireado. La luz prevalece sobre la sombra, y lo que al final mejor recordamos de las 14 pistas de The Symbol Remains es una avalancha de estribillos memorables y melodías conmovedoras. Las pocas contribuciones más oscuras de Bloom (That Was Me o el soberbio The Alchemist), con una vertiente un tanto amenazante que sorprendentemente nos recuerda a Megadeth (¡sí!), nunca tienen prioridad sobre la ligereza de Box In My Head, Tainted Blood (el indudable gran éxito del álbum, compuesto y cantado por el guitarrista Richie Castellano, el miembro más joven de la banda), o Florida Man.
Blue Öyster Cult - That Was Me - Official Music Video
ROCKWINDOW TELEVISION NETWORKEn estas pistas abiertamente soft, el oyente navega entre los éxitos calibrados para las emisoras de radio californianas y un rock “ligeramente duro” que recuerda a los camaradas de Toto. Una dualidad bienvenida, en resumen, tan emocionante como meter los dedos en un tarro de mermelada esperando que en cualquier momento podría aparecer un ojo oscuro que nos juzga. Bastante cercano en espíritu al sublime Fire of Unknown Origin (1981), The Symbol Remains es un álbum bien concebido y un regreso ganador. 19 años es un largo, largo, largo tiempo. Se necesita mucho talento para volver de esa forma. Y sin duda los Blue Öyster Cult lo tienen… © Charlélie Arnaud/Qobuz
