En casa tenemos la opción de conectar nuestros auriculares a un DAC, un amplificador de auriculares o un sistema Hi-Fi. Fuera de casa la solución más habitual es utilizar el smartphone como reproductor de música. Pero los más exigentes no se conforman con esta solución y prefieren separar las dos funciones. El smartphone sirve para llamar por teléfono, mientras que los reproductores de música digital sirven para escuchar música en las mejores condiciones cuando se está fuera de casa. Versión moderna del Walkman, encontramos una amplia gama de ellos para todos los bolsillos.
¿Qué es un reproductor de música digital de calidad audiófila en 2023?
Hace 40 años apareció el Walkman, el reproductor de casetes a pilas acompañado de auriculares. Por aquel entonces era un reproductor más o menos básico. Hoy los casetes de audio casi han desaparecido (aunque todavía hay un buen número de admiradores y nostálgicos de ese medio). Y es mucho más fácil transportar música digital en una tarjeta de memoria que puede contener miles de pistas. La diferencia de calidad de sonido entre la cinta magnética (y sus limitaciones técnicas) y la alta resolución de los archivos FLAC o DSD es inconmensurable.
El reproductor de música ya no tiene partes mecánicas móviles. Su función principal es leer la música digital, convertirla en analógica y enviarla a la salida de audio de los auriculares. Estas funciones básicas están disponibles incluso en modelos que cuestan unas decenas de euros. Esto ya no tiene nada de extraordinario. Pero el reproductor de música de calidad audiófila se diferencia de los aparatos básicos principalmente por tres criterios:
- la capacidad de leer las resoluciones más altas posibles gracias al tratamiento de calidad de los archivos de audio
- la capacidad de memoria para llevar con nosotros toda nuestra biblioteca musical
- la potencia de la salida de audio para alimentar adecuadamente todo tipo de auriculares
Hay que subrayar que el smartphone parece a menudo un buen sustituto del reproductor digital, capaz de ofrecer casi la misma funcionalidad, aunque la toma de auriculares parezca destinada a desaparecer. Este es un primer gran criterio de diferenciación: es difícil imaginar escuchar música de alta resolución con auriculares inalámbricos. En cuanto a la memoria de almacenamiento, los smartphones tienen buenas capacidades, sobre todo si incorporan un lector de tarjetas SD. Pero cuando se trata de procesar archivos de audio, no hay comparación. Ningún smartphone está diseñado específicamente para reproducir música en alta calidad: no hay convertidores digital/analógico de alto nivel y aún menos procesamiento dedicado de extremo a extremo del flujo de audio. Los smartphones y los reproductores de música portátiles de calidad audiófila son dos dispositivos muy diferentes.
Procesamiento de audio avanzado y conversión de calidad
El término “audiófilo” indica que los componentes del reproductor cumplen ciertas normas de calidad. Normas que afectan sobre todo al convertidor (DAC). Los mejores reproductores integran chips idénticos a los que se encuentran en los equipos domésticos de alta fidelidad. Este es el principal criterio para elegir un reproductor de música que ofrezca la mejor experiencia sonora. Pero otros componentes de la ruta de la señal de audio también tienen su importancia. Los fabricantes de los reproductores de música de calidad audiófila más avanzados suelen hacer hincapié en la calidad del diseño y especifican que los componentes utilizados proceden de los mejores proveedores. Algunos proponen soluciones fuera de lo común, como mini válvulas o un chip FPGA para garantizar la integridad de la señal, mientras que otros multiplican el número de chips de conversión. La presencia de un procesador de tipo DSP ofrece al usuario la posibilidad de adaptar el sonido a su gusto, por ejemplo actuando sobre la ecualización o enriqueciendo el sonido ambiente mediante programas especiales. Elementos que también garantizan una compatibilidad más o menos amplia para la reproducción de archivos de audio. La presencia de Hi-Res se considera una característica obvia, pero la variable se refiere a la cobertura de todas las muestras posibles, así como de formatos más específicos como MQA y DSD.
Amplio espacio de almacenamiento para tu biblioteca musical
Los reproductores de música de calidad audiófila tienen, en la mayoría de los casos, cientos de megabytes de espacio de almacenamiento interno. Los tamaños más utilizados son 256 o 512 GB, que permiten importar miles de pistas en calidad Lossless /CD, hasta unas 15.000 en 512 GB de almacenamiento. Pero si tienes muchos archivos de alta resolución, el espacio de almacenamiento puede no ser suficiente. Algunos reproductores tienen una ranura para tarjetas SD, a veces dos. Dependiendo del modelo, algo que es importante comprobar antes de la compra, encontramos compatibilidad con tarjetas de hasta 1 o 2 TB. Una posibilidad que multiplica la capacidad del reproductor, permitiéndote llevar contigo toda su biblioteca musical. Y los coleccionistas de archivos de audio en cantidades ilimitadas siempre pueden confiar en las tarjetas SD.
La importancia de la potencia de salida de audio en relación con los auriculares
El objetivo de cualquier reproductor de música de calidad audiófila es alimentar los auriculares conectados al aparato por cable en las mejores condiciones posibles. Hay que tener en cuenta que la gama de auriculares es realmente amplia, con características que varían mucho de un modelo a otro. La impedancia es la característica más importante. Cuanto mayor sea, mayor será la potencia de salida requerida por el reproductor. Por lo tanto, es necesario comprobar cuánta potencia, expresada en mW, es capaz de suministrar el reproductor para asegurarse de que la combinación es perfecta. Otro criterio importante es el tipo de conexión. Existen diferentes formatos de conectores para auriculares. En los reproductores de música portátiles podemos encontrar tres, todos del tipo minijack: 2,5 mm, 3,5 mm y 4,4 mm. El conector de 3,5 mm es el más común y es una conexión estéreo convencional no balanceada. Los otros dos tipos son simétricos, con los canales izquierdo y derecho completamente aislados entre sí para ofrecer una mejor calidad de audio. Por lo tanto, es esencial comprobar de antemano si el reproductor de música que te interesa tiene la toma correspondiente a tu modelo de auriculares.
Entonces, ¿qué reproductor de música elegir?
Hemos visto los tres principales criterios que hay que tener en cuenta a la hora de elegir tu reproductor de música portátil: la capacidad de lectura, la capacidad de memoria y la potencia de la salida de audio. Son criterios importantes que pueden ser rápidamente críticos o incompatibles en función de tus expectativas o de tu modelo de auriculares. Una vez aclarado esto, obviamente el presupuesto jugará un papel importante, pero también hay algunos criterios secundarios que podrían influir en la elección.
La interfaz
La gran mayoría de los reproductores de música portátiles utilizan Android para su interfaz gráfica táctil. La lógica de funcionamiento es muy parecida a la de los smartphones que ya conocemos: menús con iconos en la parte inferior de la pantalla, acceso a los ajustes deslizando el dedo desde la parte superior de la pantalla, etc... Los fabricantes añaden un panel superpuesto que bloquea la interfaz limitándose a las funciones de reproducción de audio. Este panel puede ser más o menos complejo, sobre todo si el reproductor está equipado con varias funciones adicionales. Puede ser preferible optar por un modelo con una interfaz más sencilla.
Wi-Fi
Los reproductores portátiles equipados con Wi-Fi pueden conectarse a Internet. Por un lado, esto puede facilitar la gestión de las pistas almacenadas en el reproductor desde un ordenador, por ejemplo. Por otro, el wi-fi ofrece funcionalidades similares a las de un smartphone, como la posibilidad de añadir aplicaciones, por ejemplo servicios de streaming como Qobuz. Gracias a wi-fi, el reproductor puede compartir su memoria interna y actuar como servidor de audio para otros dispositivos. Estas funciones adicionales están diseñadas para maximizar el uso en diversas situaciones.
Bluetooth
El uso de Bluetooth está muy extendido en los reproductores portátiles. No es el tipo de uso que recomendaríamos, pero siempre es posible utilizarlo para emparejar auriculares inalámbricos. Los reproductores portátiles suelen estar equipados con códecs Bluetooth Hi-Res como aptX HD y LDAC. Esto maximiza la calidad de transmisión, aunque el resultado seguirá siendo inferior al de los auriculares con cable. En ocasiones, Bluetooth también puede utilizarse para transmitir música a un pequeño altavoz inalámbrico. De este modo, el reproductor de música portátil cumplirá una doble función: escuchar música con los auriculares y transmitirla a un altavoz, al aire libre o en movimiento.
Autonomía
La autonomía es otro criterio que puede tener cierta importancia. Como los reproductores de música portátiles son objetos que llevamos encima, funcionan con pilas. En este sentido, podemos ver grandes diferencias entre un modelo y otro. Los de mayor autonomía suelen ser los más voluminosos, porque la batería ocupa un espacio considerable. También hay que tener en cuenta que la reproducción de archivos de muy alta resolución tiende a agotar la batería mucho más rápido que los de calidad CD.
Tamaño
Por último, recomendamos prestar atención al tamaño del reproductor y a su peso. Como acabamos de ver, una batería grande corre el riesgo de lastrar el reproductor. Hay fabricantes que crean reproductores de música con un diseño de forma especial, o que utilizan materiales gruesos que pueden hacerlos tan imponentes que no quepan en un bolsillo. Otros intentan mejorar el disfrute haciendo la pantalla lo más grande posible, con lo que aumentan el tamaño del reproductor. Por supuesto, si la intención del lector elegido es colocarlo junto a la tumbona de la terraza, éste no será un factor tan importante. Pero si la intención es utilizarlo principalmente para ir al trabajo o durante un paseo, entonces el tamaño y el peso se convierten en criterios decisivos.
