Con un undécimo álbum en el que reinan los sintetizadores, la cantautora estadounidense-venezolana se entrega a la melancolía.

Un álbum que suena como un masaje melancólico, o un ataque de llanto, pero con ropa muy elegante...”. Así describe el cantautor venezolano-estadounidense Devendra Banhart el sucesor de Ma, su último disco en solitario en el que la bossa nova se funde con el folk de cámara, publicado en 2019 por Nonesuch.

Antiguo miembro de Mexican Summer (Connan Mockasin, Allah-Las y Jessica Pratt), Devendra Banhart se ha asociado con Cate Le Bon, también fichada por el sello de Brooklyn, para lo que describe como la materialización de una amistad. La multiinstrumentista galesa toca el bajo, los sintetizadores, la percusión, el piano y la guitarra, además de ponerse detrás de la consola. Con una estructura básica, Devendra se recluyó, con un puñado de músicos amigos y Cate, en una remota casa del bosque de Topanga Canyon, California, para escuchar a los Grateful Dead y dar forma a sus canciones. Un paisaje importante que influyó en este álbum, acunado entre el cielo y la tierra.

Inundado de sintetizadores, este compacto Flying Wig (solo 41 minutos) se desliza heredando el universo contemplativo de Refuge, su colaboración de 2021 con Noah Georgeson, pero traicionando en sus letras una búsqueda sensible. La guitarra es discreta, el bajo prominente, el pedal steel, el saxofón y la percusión se agitan suavemente (May). Los ritmos van a cámara lenta, palpitando en el single ochentero Twin antes de apagarse definitivamente en la melancólica The Party.

Devendra Banhart - 2023
Devendra Banhart © Dana Trippe

Esta búsqueda de la emoción, cuya ambición es “convertir la desesperación en gratitud, la herida en perdón y el dolor en alabanza”, según Banhart, se inspiró en un haiku del poeta japonés del siglo XVIII Kobayashi Issa:

« This dewdrop world

Is a dewdrop world,

And yet,

And yet… »

Nunca había leído una ilustración tan precisa y clara de la esperanza”, explica Banhart. “Por muy solos que nos sintamos en los momentos más tristes, angustiosos y desesperados, todos hemos sentido esto, todos en la Tierra, nuestros antepasados antes que nosotros y los que vendrán después, han sentido o sentirán esto...” El “and yet , and yet” es nuestra capacidad de afrontar la desesperación con esperanza, de seguir fracasando y de amar...”